Cada jueves, el Hospital Zonal de Esquel, en Chubut, recibe entre veinte y treinta pacientes chilenos que se atienden allí, gracias al convenio firmado en 2004 entre las autoridades provinciales y el Estado chileno. Se trata de los habitantes de las localidades chilenas Chaitén, Futaleufú y Palena a quienes por una cuestión geográfica –con la cordillera de los Andes, mediante– les queda más cerca llegar al hospital de Esquel. Siempre con turno previo y orden de un médico de su hospital de referencia, a excepción de las emergencias que llegan en las ambulancias. Y el Estado chileno paga luego por el servicio al hospital.
Así, en medio de la polémica que se generó por el pedido de las autoridades jujeñas para que el Estado boliviano se haga cargo de los gastos de los pacientes de ese país que se atienden en la provincia; y que derivó en la presentación de un proyecto de ley para que se cobre a los pacientes extranjeros en todo el país; el caso del convenio implementado entre Chubut y Chile podría ser referencia de un acuerdo ya puesto en marcha con la requerida “buena voluntad” de los Estados, explica el director del hospital, Antonio Mugno.
“Nosotros estamos en la zona de cordillera, por lo que era habitual que llegaran pacientes de localidades chilenas que por una cuestión geográfica les queda más cerca nuestro hospital que el de Puerto Montt. El inconveniente que teníamos era que llegaban sin saber lo que requerían ni los gastos que producían. El inconveniente era que al no contabilizar la atención que dábamos no podíamos programar los gastos o generar una política dirigida dentro del hospital”, sostiene Mugno acerca de los motivos por los que llegaron al acuerdo.
El convenio en cuestión estipula, entre otras cosas, que haya día de atención para la atención de pacientes chilenos, con turno previo, y derivados de sus hospitales de referencia por un médico (excepto en lo casos de urgencias). Y un sistema de cobro al Estado chileno, con valores calculados sobre la base de los nomencladores de la obra social provincial. El año pasado facturaron $ 5.600.000.
“Lo fundamental es tener organizadas las prestaciones y brindar la atención correspondiente en orden, para que el funcionamiento hospitalario sea útil para los dos países. No es exclusivamente una cuestión económica, ya que el convenio tiene características que se amoldan a la zona. Si tuviéramos una ciudad muy grande del otro lado, no se si podríamos dar las mismas prestaciones”, aclara Mugno. Hasta el momento no tuvieron problemas con el funcionamiento o el cobro de los servicios.
Cada año, se renueva la firma del acuerdo con las prestaciones que haya incorporado el hospital. En 2004, por ejemplo, cuando se hizo por primera vez, el hospital no tenía tomógrafo, ni profesionales de neurocirugía o gastroenterología, áreas que hoy sí están cubiertas. Y, a diferencia de lo planteado por la provincia de Jujuy y Bolivia, en este caso no se trata de un acuerdo de reciprocidad, sino que es unidireccional. Como sucede con otros países, entre Argentina y Chile existe acuerdo de reciprocidad en salud, pero solo en casos de emergencias médicas.
Fuerza de ley. En la firma del último convenio, junto a Mugno y el ministro de Salud de Chubut, Ignacio Hernández, estuvo la referente sanitaria chilena, Fabiola Jaramillo Castella, quien sostuvo que “para el gobierno de Chile se trata de un convenio de fuerza de ley, que implica que el Hospital de Esquel, para todo lo que está acordado dentro del convenio, es parte de la Red Sanitaria de Chile; permitiendo obtener el recurso financiero para pagar las prestaciones, incluir dispositivos de comunicación y formación”. Y justificó que por las distancias, a los pobladores chilenos fronterizos les resulta más accesible Esquel, que el hospital de Puerto Montt.