Cada 29 de octubre las instituciones de salud de la Argentina convocan a repensar una grave situación que es posible meditar con antelación para estar mejor: es que hoy es el Día Mundial de la Prevención del Ataque Cerebro Vascular (ACV), situación que es la primera causa de discapacidad en nuestro país, y en el mundo. Y –en términos históricos– la tercera causa de decesos. Y eso siendo una patología que, con diagnóstico temprano, puede minimizarse y, en muchos casos, prevenirse con cambios de hábitos saludables.
“El dato epidemiológico más reciente indica que, en Argentina, registramos alrededor de 58 mil epidosios de ACV cada año”, le dijo a PERFIL el cardiólogo Gerardo García Mallea, que preside el Comité de Enfermedad Vascular Periférica y Stroke de la Federación Argentina de Cardiología (FAC). Otro dato que, según este experto, también está en aumento es una forma similar al ACV denominada Accidente Isquémico Transitorio: había unos 15 mil al año y ahora se registran cerca de 17 mil en ese mismo período. “La hipótesis de este aumento es que se relaciona con un incremento del estrés debido a las crisis recurrentes. Y también se cree que el covid tuvo una influencia negativa y causó un aumento en esta patología cardiovascular.
En Argentina se registran alrededor de 58 mil epidosios de ACV cada año
Según García Mallea, en personas adultas el ACV afecta con frecuencia similar a ambos géneros, pero en las mujeres suele estar asociado a una mayor tasa de discapacidad y de mortalidad. Esto se debe a que la mujer –por razones sociales estructurales– suele tardar más en llegar a la consulta tras la manifestación de los primeros síntomas que, muchas veces, son poco específicos.
Síntomas de ACV
Ante estas situaciones, los expertos recomiendan actuar R.A.P.I.D.O. Esto no es apenas un adjetivo, sino también un acrónimo e indicador. Siguiendo esta sigla, se logra ocultar un rápido chequeo de síntomas que indican cómo actuar y que decirles a los servicios de emergencia: R: rostro caído; A: alteración en el equilibrio; P: pérdida de fuerza en brazo o pierna; I: impedimento visual repentino; D: dificultad para hablar. Si aparecen esto parámetros, entonces, O: obtener asistencia médica inmediata.
Y la clave es que estas pruebas las puede completar cualquier familiar o amigo de la persona que está actuando raro, para poder determinar su estado y orientar al servicio de emergencia para que dé prioridad.
Para poder bajar la cantidad de ACVs, los médicos indican que los caminos son conocidos y tienen que ver con hábitos saludables: “Llevar una vida saludable, activa, lejos del sedentarismo, y adoptar una dieta saludable, con alto peso de la fruta y la verdura. También controlar la presencia de hipertensión y –si la hay– medicarla en forma efectiva y continua.