Ezequiel Hipperdinger es dueño del gimnasio FullFitness en Bahía Blanca hace seis años. Pero en los últimos dos, empezó a notar que a mitad de semana la gente dejaba de ir. “Jueves y viernes venían menos. Se tomaban algo así como un fin de semana anticipado del ejercicio”, dice.
Entonces, se le ocurrió crear una app que los incentivara a seguir haciendo ejercicio y se diviertan, y así surgió Doma, una aplicación para usar en el gimnasio, que permite a los usuarios competir con otros que estén haciendo sus mismos ejercicios –o con ellos mismos–, donde van sumando puntos a partir del esfuerzo y un sensor mide el ritmo cardíaco mientras se corre en la cinta o se pedalea en la bicicleta fija. “La idea es que se vinculen más con el ejercicio y a la vez se diviertan”, cuenta. También dan premios a los ganadores.
Al igual que él, varios personal trainers encuentran en la tecnología una aliada para combatir la pereza e incentivar al ejercicio. Algunos hacen “coaching” vía WhatsApp, donde realizan un seguimiento de rutinas que comparten por esa vía; otros suben videos a redes sociales donde enseñan cómo entrenarse con elementos de la casa.
“Me pasaba que tenía una vida sedentaria y necesitaba bajar de peso, pero estar solo 20 minutos arriba de una cinta me aburría. Empecé a usar Doma y me gustó que podías ver en la pantalla cómo sumabas puntos. En mi debut quedé primero y la cabeza me hizo un ‘click’”, cuenta Cristian Haag, que usa la app hace dos años, y ahora va al gimnasio todos los días, corre y anota sus puntos en un Excel, y ya bajó 30 kilos.
Doma ya cuenta con cuatro mil usuarios y se usa en siete gimnasios.
“El 70% de los usuarios son personas mayores de 40 años y, de ese total, 8 de cada 10 son mujeres”, aporta Hipperdinger.
Gervasio Aguirre trabaja en varios gimnasios de Capital Federal y empezó a hacer “coaching online” ante el pedido de varias personas que querían que fuera su personal trainer, pero con los que no lograba coincidir en los horarios. “Estoy online full time”, dice Aguirre, que les envía a sus alumnos las rutinas de ejercicio por WhatsApp, les explica cómo hacerlas y les manda mensajes para motivarlos.
“El ‘coaching online’ lo planteo igual que cualquier entrenamiento personalizado para llegar al objetivo de cada persona, y si un cliente tiene alguna indicación médica, me comunico con su doctor y trabajamos de forma interdisciplinaria”, explica. La mayoría de los que eligen este tipo de entrenamiento son jóvenes, que por viajes o trabajo no logran tener constancia en un gimnasio. “Le consulto desde qué comer antes de hacer ejercicio, hasta cómo hacer si no está la máquina en el gimnasio que necesito”, cuenta Guido Javkin, uno de sus alumnos que por trabajo viaja cada dos semanas . “Yo trabajo 12 horas por día, y esta fue la mejor manera que encontré de tener un personal trainer. Me encanta porque son rutinas personalizadas”, dice Solange Hughes, otra alumna por “WhatsApp”.
En casa. “Tenemos la necesidad de sentirnos y vernos bien, y siempre falta tiempo. En casa podés entrenar en cualquier momento del día, y es igual de efectivo. Hace falta voluntad y compromiso”, cuenta Paula Fatic, que sube a Instagram videos de entrenamiento funcional, para que sus 17 mil seguidores tengan herramientas y “cada uno haga lo que necesite según sus posibilidades”, dice. “Uso elementos posibles de tener en casa: con mancuernas, una colchoneta y varias ideas podés entrenar fuerte desde cualquier lugar. En otros podés usar el cuerpo y es superintenso. Las redes me abrieron consultas de todo tipo, respondo preguntas y los guío todo lo posible. Tengo seguidores de todas las edades”, cuenta.
Apps con millones de descargas. Entrenar con el celular en la mano ya es una constante, por eso cada vez hay más aplicaciones que permiten sacar el ejercicio del gimnasio y mantener una rutina de entrenamiento constante.
- Seven es una de las más usadas. Consiste en un personal trainer virtual con rutinas que duran siete minutos. Se puede elegir la cantidad de días para entrenar, el objetivo –bajar de peso o adquirir fuerza– y elegir un entrenador, que puede ser desde “la amiga experta en fitness” o “el sargento”; que envían mensajes para motivar el entrenamiento. Y permite activar alertas, y que el celular suene al momento de ejercitarse.
La app tiene dos millones de descargas y tiene desde movimientos básicos como flexiones de brazos, hasta otros más complejos como sentadillas en suspensión.
- Boot Camp es otra app que aconseja movimientos para abdominales, brazos y piernas. Utiliza el estilo “tabata”, que consiste en ejercicios que se hacen con varias repeticiones. Es de los que más se usan en las rutinas “funcional”.
- Nike+Run Club, con millones de descargas, es una de las preferidas de los runners.
Sólo útil en algunos casos
La tecnología, indudablemente, significa evolución. Pero para la planificación de rutinas de entrenamiento y alimentarias, solo puede servir en algunos casos. La principal falencia que encuentro en las aplicaciones o el coaching por internet es que no logran fidelizar al cliente, que más temprano que tarde, puede dejar de utilizar la herramienta. Y, así, el ejercicio.
Un personal trainer que está al lado del cliente le brinda apoyo psicológico, nutricional y lo asiste en el proceso de su musculación. Son aspectos que no puede dar ninguna máquina. Las nuevas tecnologías tienen una total carencia en el afecto y el espíritu, que son sumamente importantes para que un entrenamiento sea constante.
Y la automatización de la tecnología no permite siempre que los planes se adapten a la necesidad de cada persona, que es totalmente distinta en cada caso. Estamos muy automatizados por internet.
Como sociedad tenemos que tener en cuenta que el 60% de la población argentina es sedentaria, y que el 45% de los niños tiene problemas de hipertensión y obesidad. Los chicos están tan enganchados con las máquinas electrónicas que hipotecan su salud. Creo que el trato humano es la forma de fidelizar a una persona con su entrenamiento físico.
*Daniel Tangona. Personal trainer.