El año pasado –año electoral–fueron los libros políticos y, en consecuencia, los funcionarios y opositores los protagonistas. El año anterior, los escraches que protagonizaron invitados como la médica cubana Hilda Molina o el periodista Gustavo Noriega, que presentaba un libro sobre el Indec. Cada año la Feria del Libro tiene su hit.
Esta vez, la Feria se mediatizó totalmente y quienes se llevan toda la atención son los famosos de palos extraliterarios. A Viviana Canosa, por ejemplo, le demandó cuatro horas firmarles a sus fans ejemplares de su libro Basta de miedos; fueron más de 500 personas, que la “asaltaron” cámara en mano. Su convocatoria no fue casual. La conductora lleva vendidos más de 60 mil ejemplares en menos de seis meses, cuando la tirada promedio de un libro rara vez excede los cinco mil.
Otra que acaba de incursionar en el mundo de las letras es la actriz Luisana Lopilato, que el miércoles fue a la Feria por primera vez para presentar su libro Luisana en casa, en el que presenta sus recetas preferidas.
Cielo Latini –la chica que en su primer libro Abzurdah le contó al mundo sus problemas alimentarios– y Sergio Lapegüe también estuvieron el fin de semana pasado presentando libros. Latini fue toda una revolución: sus fans hicieron cola desde las 17 hasta las 23 para conseguir la firma y el saludo de la autora de Abzurdah Chubascos.
En voz baja, las editoriales reconocen que para realizar estos libros es imprescindible el concurso de escritores profesionales, periodistas en muchos casos, que tienen la capacidad para llevar a cabo el arduo trabajo.