TEXTUM
SALIDA DE EMERGENCIA

Porquerías de plástico que no sirven para nada

Humi 20230708
Revista de humor infantil | CEDOC

En uno de sus números de 1997, una interesante revista de medios y periodismo, Un Ojo Avizor, dirigida por Daniela Blanco y Jorge Luis Bernetti, publicaba una entrevista con Daniel Cascioli, el dueño de Ediciones de la Urraca, la firma detrás del fenómeno de Humor Registrado y las finezas Superhumor, Fierro y El Periodista. 

Cascioli intentó también alguna vez entrar al mercado de las revistas infantiles con Humi, un producto con altas pretensiones artísticas, pero el proyecto chocó contra los muros comerciales de Billiken y Anteojito. Durante la entrevista, los reporteros de Un Ojo Avizor, un mensuario que terminó teniendo una corta vida, le preguntaron al Tano, fallecido en junio del 2009: 

- "Se considera un empresario fracasado?". 

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

La respuesta, con perdón del lugar común, no tiene desperdicio: 

"Sí, con buenas ideas como editor y con un mal manejo en el tema empresario", comenzaba a contestar Cascioli. "Me acuerdo que una de las dificultades que tuve con Humi -continuaba- es que la competencia, sobre todo Anteojito, regalaba porquerías de plástico que no servían para nada. Vendía mucho mejor y yo siempre me negué a poner chiches hechos en Taiwan. Prefería poner ese dinero en una buena calidad del producto". 

El humorista aseguraba después que "lo que yo vendo son buenas ideas periodísticas, buena información. Lo otro no es ético". Y luego compartía algunos detalles de la historia del mítico número 97 de Humor, no solamente prohibido sino directamente secuestrado por los esbirros de la dictadura militar en 1983.

"Cuando Humor se secuestró en el '83 -comenzó a recordar Cascioli- yo le gané un juicio al Estado y me dieron bonos a 16 (¿años? NdE) y por el 10% del valor que he perdido. Me robaron 180.000 ejemplares, que cuando ganamos pedimos que nos devuelvan, y la policía ya los había vendido todos".

La policía, en 1983, también vendía revistas.