Juan Guaidó, líder de la oposición en Venezuela, fue detenido por agentes de la policía secreta y liberado poco después en la mañana del domingo, lo que puso de relieve la fragilidad del estado político del país.
Guaidó se dirigía a una concentración en las afueras de Caracas cuando su vehículo fue interceptado, según un vídeo difundido por miembros de su partido y otros líderes de la oposición. El jefe de la Asamblea Nacional de Venezuela, de 35 años de edad, fue puesto en libertad unos minutos después.
"El régimen pretendió detenerme, pero nada ni nadie nos detendrá. Aquí seguimos adelante por nuestra Venezuela", dijo Guaidó en un mensaje de Twitter publicado cuando llegó al mitin en Vargas.
Guaidó dio un discurso el viernes ante unas 1.000 personas como parte de una protesta contra la ceremonia de juramento del presidente Nicolás Maduro. Fue la primera manifestación política importante desde que cientos de miles de venezolanos tomaron las calles en 2017.
Maduro ha consolidado el poder y reprimido la disidencia en el último año, pero ahora se enfrenta a nueva presión por parte de Guaidó. El opositor está haciendo un llamamiento para una protesta a nivel nacional el 23 de enero, fecha en que partidos de la oposición y soldados derrocaron al dictador militar Marcos Pérez Jiménez en 1958.
Por su parte, el Gobierno trató de distanciarse de lo que sucedió ayer. El ministro de Información, Jorge Rodríguez, dijo en la televisión nacional que fue una medida irregular y unilateral de un grupo de oficiales.
Dos periodistas, Osmary Hernández de CNN Español y Beatriz Adrián de Noticias Caracol, también fueron detenidos por la policía de inteligencia en Caracas, dijeron líderes de la oposición. Fueron puestos en libertad más tarde.
Estados Unidos, Perú, Colombia, Chile y Argentina emitieron declaraciones el domingo en apoyo a Guaidó y la Asamblea Nacional y pidieron al Gobierno de Maduro que ponga fin a los "actos de intimidación" hacia los líderes de la oposición. El Asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, dijo por Twitter que tales actos representan "un grave asalto al Estado de derecho en Venezuela".
El viernes, Bolton dijo que Estados Unidos considera a Maduro un líder ilegítimo y que utilizará todo su poder económico y diplomático para "presionar por el restablecimiento de la democracia venezolana".
El Gobierno de Venezuela respondió. Los comentarios de Bolton son un intento "por parte de la élite supremacista que controla la Casa Blanca de promover un golpe de Estado en Venezuela, atentando contra la Constitución, la Democracia y la Paz en el país", dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, en un comentario por Twitter.
