—Boludo, vení a verme que tengo una bomba.
—Gordo, no me rompas, estoy con mil cosas, mandame un mail.
—Boludo, no escuchás lo que te estoy diciendo. Tengo algo que rompe todo. Tenés que venir.
Este diálogo telefónico no es ficticio. Ocurrió a fines de 2011. De un lado, la inconfundible oralidad de Jorge Lanata, que había retornado como columnista de PERFIL, tal como había sucedido entre 2005 y 2007. Del otro, un atosigado Jefe de Redacción que intentaba evitar un endiablado viaje en medio del cierre al Palacio Estrugamou, donde por entonces vivía Lanata.
—Mirá que sos pelotudo, tener que pedirte por favor que vengas a verme.
—No me pediste por favor. Pero acá estoy.
Su recibimiento y mi respuesta siguieron una lógica de ironías y chicanas que aún hoy perdura entre nosotros.
—La bomba es sobre Fariña.
—Bueh, me vas a decir que es hijo natural de Néstor.
—No boludo, te voy a decir que creo que le manejaba plata a Néstor, por eso tira tanta guita por ahí.
—...
—¿Viste, pelotudo, que valía la pena que vinieras?
—¿Y qué tenés para demostrarlo?
—Estoy trabajando en el tema. Si consigo lo que creo que voy a conseguir, lo tenemos para la edición de pasado mañana (por el domingo).
Me fui del Estrugamou al diario con una extraña mezcla de incredulidad y excitación profesional. Al día siguiente me volvió a llamar.
—No llego para este domingo. Pero lo voy a seguir.
—Eso espero.
Días después me contó que estaba complicado de avanzar en esa cuestión y que tuviera paciencia. “Sí, claro, si ese es mi fuerte”, le contesté. Cerró con su típico “andate a la c... de tu madre”.
No volví sobre este recuerdo nítido hasta el domingo a la noche, cuando Lanata no sólo presentaba dos impactantes testimonios, sino que además tenía la grandeza de rememorar que la investigación del tema la inició desde PERFIL.
No era casualidad. En junio de 2007, Lanata publicaba el hallazgo de una bolsa con mucho e injustificable dinero en el baño de la ministra Felisa Miceli, lo que lo costó el puesto. Y tampoco era casualidad que fuera en PERFIL. En diciembre de 2005 este diario publicaba la primera nota sobre el ya controvertido Lázaro Baéz, mientras el resto de los periódicos no querían ni registrar los oscuros negocios que germinaban desde Santa Cruz y se proyectaban a todo el país.
Eran otros tiempos, claro. Pero el mismo Lanata que ahora. Y el mismo PERFIL.
*Jefe de Redacción de PERFIL.
