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Segundo escolta

Le ganó a Patronato y, junto a Newell’s, quedó a un punto del líder, Estudiantes. Licha López y Rosales convirtieron los goles.

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Hay victorias que se necesitan más que para sumar puntos y subir en la tabla. Porque a veces hay que refrendar un proceso nuevo con la tranquilidad que dan las victorias. Y para este Racing de Ricardo Zielinski, que todavía no encuentra regularidad, ganar en Avellaneda por primera vez en el torneo es otra muestra de que de a poco va encontrando su camino. El 2-0 ante Patronato hace que la Academia quede segundo, a un punto del líder, Estudiantes, que juega el clásico platense esta tarde.

Por el lado blanquiceleste de Avellaneda, el buen funcionamiento es una cuenta pendiente. Todavía le cuesta dejar de ser un equipo inconexo, dependiente de las gambetas del paraguayo Romero, del gran momento de Acuña o de los goles de Lisandro López. Por eso, durante poco tiempo en sus partidos se juega a lo que propone el equipo del Ruso.

En el Cilindro se encontró con un Patronato peligroso, que venía de igualar con San Lorenzo, pero que no le generó peligro, salvo en algún remate de media distancia. En el primer tiempo, Racing insinuó más de lo que concretó y por eso se fue 0-0 al descanso.

Pero en su momento más flojo, como (casi) siempre apareció su jugador más determinante. Lisandro López metió una volea hermosa que terminó con la resistencia de los visitantes e hizo explotar el estadio. Pero Patronato iba e incomodaba. Racing sufría. Hasta que apareció Rosales, quien aprovechó un rebote y sentenció la historia de un partido que su equipo nunca dominó. Así es el equipo de Zielinski. Pero suma y sigue.