El equipo de aguirre gano su primer partido en el torneo. defensa y justicia choco una y otra vez con el arquero. el ciclon aprovecho las que tuvo.
Derecho de autor. Blanco engancha frente a un defensor. El delantero generó la jugada del segundo gol, que fue en contra. |
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R.P.
En Florencio Varela, al menos anoche, se aplicó la ley de la efectividad. Defensa y Justicia estuvo todo el segundo tiempo creando situaciones de riesgo, dando vueltas alrededor del arco de Sebastián Torrico, pero nunca pudo concretar el empate. Y San Lorenzo, que convirtió al inicio y al final del partido, llegó poco, poquísimo, pero concretó mucho más. Así, todo terminó como terminan este tipo de encuentros: con un equipo agradeciéndole al arquero, a la defensa y al azar; y con el otro mirando al cielo y pidiéndole explicaciones a vaya a saber qué o quién.
Porque, en rigor, pasó exactamente eso: el Ciclón golpeó en dos momentos clave, y el local no tuvo ni suerte ni experiencia para romper su maldición ofensiva. Torrico, es verdad, resultó crucial: tapó todo lo que le llegó. Y calidad individual de algunos jugadores de San Lorenzo, hicieron el resto. Ahora, el equipo del uruguayo Diego Aguirre tendrá otra prueba decisiva para los objetivos del semestre, cuando reciba a Banfield, este martes, por la revancha de la Copa Sudamericana (en la ida, el Taladro lo superó por 2 a 0).
San Lorenzo, al menos el San Lorenzo de Aguirre, parece afianzarse con el correr de los partidos: empezó con una derrota ante Banfield, siguió con el decepcionante empate contra San Martín de San Juan en la primera fecha del torneo, en el Nuevo Gasómetro, y ahora encontró la victoria como visitante. La primera en el torneo, en esta nueva etapa comandada por Aguirre. Y llegó a través de Nicolás Blandi, de cabeza, que abrió la cuenta a los 20 minutos del primer tiempo; y terminó de resolverse a los 32 de la segunda parte, con un gol en contra de Tomás Cardona, tras un intento de centro de Sebastián Blanco, la figura del partido.
La síntesis del encuentro puede encontrarse en dos momentos. El primero fue los 29 de la primera parte, cuando Torrico ofreció una doble atajada que podría haberse convertido en el empate del local, y el segundo a los 32, cuando Ortigoza trabó una pelota clave y se la dio a Blanco, que tiró un centro que se desvió en Cardona. La mala suerte de Defensa estuvo en los dos arcos.
