El dólar cerró el viernes al borde de los $ 45, un nuevo récord, y el riesgo país trepó a 783 puntos. En este clima, mañana arranca una semana que será crucial porque en el mercado auguran que el billete verde continuaría el rumbo “ascendente” si no aumenta el ritmo de liquidación de la cosecha gruesa, que hasta ahora viene lento. En la última semana se liquidaron apenas US$ 250 millones en cuatro días. El aporte del campo es clave para atravesar estos días de bache hasta que aparezca el 15 de abril la oferta de dólares que volcará el Tesoro mediante subastas diarias de US$ 60 millones.
Frente a la falta de oferta para abastecer la demanda, el Banco Central reforzó además, la movida para fomentar una suba en la tasa de los plazos fijos y así alentar a los ahorristas a quedarse en pesos y no dolarizarse. Con ese propósito, el viernes a última hora comunicó una medida que dispone que se podrán realizar vía on- line (homebanking) o Apps (móvil) depósitos en plazos fijos en pesos en cualquier banco, sean clientes o no. Las entidades deberán adecuarse a la nueva operatoria antes del 30 de abril. El Gobierno confía en un escenario positivo en el cual ese combo será poder de fuego suficiente para domar al dólar durante la campaña electoral.
Pero los analistas alertan sobre otro terreno probable en el que la estrategia oficial no alcanza para neutralizar los efectos de creciente incertidumbre electoral. Eso puede derivar en que los exportadores decidan retener y no liquidar, especulando con una suba del dólar.
Perspectivas. Diego Falcone, de Cohen SA advirtió que si mañana “no empieza a verse algo más de liquidación, hay un solo camino para el dólar que es para arriba, no se detiene, porque no hay incentivos para vender”.
Pablo Castagna, de Portfolio Personal Inversiones, planteó que “ésta es una semana clave donde vamos a ver cómo se comporta el mercado esperando los dólares del Tesoro autorizados por el FMI”. A su criterio, “no necesariamente el dólar debiera abrir para arriba, está en valores para estabilizarse si no hay ninguna mala noticia internacional”, pero “por ejemplo, si se le complica a Bolsonaro en Brasil la situación, hay presión sobre el real, eso arrastra a Argentina”. Asimismo, previno que el resultado de las elecciones hoy en Río Negro “pueden influir negativamente en el comportamiento del tipo de cambio”.
Por su parte, Diego Martínez Burzaco, de MB inversiones coincidió en que “el factor político provincial puede influir, pero creo que lo que más importa al inversor es que las últimas encuestas encuentran bien posicionada a Cristina Fernández contra Mauricio Macri y eso inquieta mucho”.
Matías Rajnerman, de Ecolatina, evaluó que las presiones sobre el dólar "pueden ceder" con una mayor oferta de divisas, pero "no van a desaparecer" porque “los días que haya noticias electorales de internas, idas y vueltas, habrá tensión sobre el tipo de cambio”.
Economistas dudan sobre el poder de fuego del Gobierno frente al dólar
Por su parte, Nery Persichini señaló en el último informe de GMA Capital que la inquietud por las elecciones también se refleja en la curva de los bonos soberanos en dólares que muestra “una creciente brecha entre los bonos que vencen en 2019 y los que pagan posteriormente”. Al respecto, explicó que “la pendiente negativa de los rendimientos es una señal de que los inversores exigen un mayor premio para los vencimientos de corto plazo. Entienden que, en ese horizonte, Argentina podría tener mayores dificultades para honrar sus compromisos de deuda”.
Peña no ve “motivos para alarmarse”
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, minimizó ayer el rebote del dólar que el viernes finalizó con un valor récord de $ 44,96 para la venta minorista. El ministro coordinador consideró que “el movimiento del dólar no necesariamente es un motivo para alarmarse, a veces responde a situaciones externas”. Además, el funcionario alegó que si se mira la evolución del dólar “en los últimos seis meses está por debajo de la suba de la inflación”. También defendió el actual régimen de tipo de cambio flotante. En ese sentido, Peña en declaraciones a Radio Mitre juzgó que “el tipo de cambio fijo ha sido un gran paliativo errado, que nos generaba tranquilidad en el corto plazo, pero un enorme problema a largo plazo”.
Inflación. El funcionario admitió que la inflación de marzo “va a seguir alta” aunque desechó la posibilidad de implementar un control de precios. Al respecto, argumentó que “el control de precios es una herramienta que ha fracasado en nuestra historia y en ningún lugar del mundo se usa”. No obstante, planteó que lo que sí debe existir es “un control para que no haya abusos ni posiciones dominantes”, en línea con un proyecto de ley que presentó la semana pasada la diputada de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.
