Los mercados de Asia perdieron terreno este domingo después de la caída de la lira turca que afectara a varias monedas de países emergentes y acentuara la demanda de divisas seguras como el dólar estadounidense, el franco suizo y el yen. La moneda turca se derrumbó por las preocupaciones sobre el control de la economía por parte del gobierno de Recep Tayyip Erdogan y el deterioro de las relaciones con los Estados Unidos.
La lira alcanzó el viernes una depreciación de 15.97% frente al dolar en un solo día. La divisa acentúo su caída después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara que duplicará los aranceles a las importaciones de aluminio y acero provenientes de Turquía, productos que serían gravados con tasas de 20 y 50%, respectivamente. Los especialistas están seguros de que la estrepitosa caída de la moneda nacional empobrecerá a los turcos comunes y reducirá la confianza de los inversionistas extranjeros en el país.
El ministro de Hacienda y Finanzas, Berat Albayrak, dijo que el país anunciará medidas para calmar a los mercados el lunes, informó el diario Hurriyet.
La caída de la moneda turca arrastró a las divisas del mundo, entre ellas, el peso argentino, con una caída del 6.35%, seguido por el rublo ruso, con un retroceso de igual porcentaje, el rand sudafricano (5.35%) y el real brasileño (4.11%). "Los riesgos de contagio se centran en los bancos españoles, italianos y franceses expuestos a la deuda en moneda extranjera de Turquía, así como en Argentina y Sudáfrica", advirtieron analistas citados por Reuters. "La gran cantidad de deuda corporativa de Turquía en monedas extranjeras, una moneda que se desliza rápidamente y la inflación amenazan con ser una combinación tóxica".
"La caída en la lira, que comenzó en mayo, ahora parece seguro que empujará a la economía turca a la recesión y bien puede desencadenar una crisis bancaria", dijo por su parte Andrew Kenningham, economista jefe global de "Capital Economics". "Este sería otro golpe para los mercados emergentes como clase de activos, pero los derrames económicos más amplios deberían ser bastante modestos, incluso para la zona del euro".
Tras la mayor caída de la lira turca desde el 2001 y al borde de una crisis monetaria, el ministro de finanzas de Turquía, Berat Albayrak, denunció: "Éste es un ataque muy claro iniciado por el jugador más importante en el sistema financiero global, y es otro ejemplo más de una situación similar en todos los países en desarrollo". "El objetivo de la operación es hacer que Turquía se rinda en todas los ámbitos, desde las finanzas hasta la política. Nos enfrentamos de nuevo a un complot político disimulado. Con la ayuda de Dios, lo superaremos", dijo Erdogan el domingo.
Turquía mantiene relaciones tensas con Estados Unidos, en una de las peores crisis entre estos dos miembros de la OTAN en años, por la detención en los últimos dos años del pastor estadounidense, Andrew Brunson, y otros diferendos. "Vamos a dar nuestra respuesta, buscando nuevos mercados, nuevas asociaciones y alianzas, a quien libra una guerra económica contra el mundo entero y que también incluye a nuestro país", concluyó Erdogan.
"Intentan sacrificar a 81 millones de turcos por un pastor", dijo el líder turco en la ciudad de Trabzon sin mencionar expresamente a Estados Unidos. "Pero hemos decubierto su trama y les desafiamos", añadió. Lo que Estados Unidos no logró con la provocación intenta conseguirlo ahora con una política monetaria, declaró Erdongan asegurando que se trata "claramente de una guerra comercial".
Estados Unidos impuso aranceles del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio en junio, provocando la indignación de sus socios comerciales.
El presidente turco rechazó una intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI), algo que le proponen muchos observadores. "Sabemos muy bien que aquellos que nos sugieren un negocio con el FMI en realidad nos proponen renunciar a la idependencia política de nuestro país", señaló. Después de que, días atrás, Erdogan anunciara mayor control en la economía nacional, el ministro Albayrak dijo que anunciará medidas para calmar a los mercados el lunes, informó el diario Hurriyet.
Las medidas reportadas "evidentemente han tenido algún impacto al llevar a la lira a un nivel más alto", dijo Ray Attrill, jefe de estrategia cambiaria de National Australia Bank Ltd. citado por la agencia Bloomberg. Aún así, "no hay nada que sugiera que el gobierno, o el banco central turco, esté preparado para anunciar las medidas de política fiscal o monetaria capaces de restablecer rápidamente la confianza en Turquía".
Erdogan destacó que en Turquía no hay ninguna crisis económica y, tal y como hizo en otros discursos, pidió a los turcos cambiar dólares y euros a liras. "Es ingenuo pensar que un problema con los tipos de cambio puede detener a un país como Turquía", dijo. Además exigió a los ciudadanos seguir mejorando su hospitalidad hacia los turistas: "Porque ellos traen dólares (...)", sentenció.
Donald Trump aseguró el viernes que había duplicado los gravámenes a la importación del acero y aluminio en Turquía, lo que condujo a la lira turca a nuevos mínimos históricos frente al dólar. La Casa Blanca afirmó que las nuevas sanciones impuestas entrarían en vigor a partir de este lunes 13 de agosto. "Nuestras relaciones con Turquía no son buenas en este momento", reflexionó Trump en Twitter.
TENSIONES GEOPOLÍTICAS. China respondió a las medidas arancelarias impuestas por la administración Trump con sus propios aranceles adicionales. El rublo registró el mayor descenso desde el desplome del petróleo en 2015 luego que Estados Unidos anunciara nuevas sanciones contra Rusia por un ataque con agente nervioso en el Reino Unido.
REPERCUSIONES EN TOKIO. La bolsa de Tokio abrió a la baja este lunes, con los inversores expectantes, en un contexto de tensiones entre Estados Unidos y Turquía que desencadenó en el desplome de la lira turca. En los primeros minutos de operaciones, el índice Nikkei 225 perdía 0,83% y marcaba 22.112,2 puntos, mientras que el índice Topix se situaba en 1.705,94 enteros (-0,83%), informó AFP.
ORO Y PETROLEO. En los mercados de productos básicos, el oro encontró poco en el camino de los flujos de seguridad y fue el último en bajar a $ 1,208.21 la onza. Los precios del petróleo se mezclaron con el Brent, que bajó 14 centavos, a 72,67 dólares el barril, mientras que el crudo estadounidense subió 2 centavos, a 67,65 dólares, informó Reuters.
