MEDIOS

Caparrós: "No estamos haciendo buen periodismo en general"

El periodista realizó una fuerte crítica a los medios actuales. Debate al estilo 6,7,8 y nuevos desafíos.

0119_caparros_g
|

El periodista y escritor Martín Caparrós visitó Un mundo con periodistas, donde analizó su paso por el periodismo y el inicio “azaroso” de su relación con ese oficio.

“Mi relación con el periodismo es un poco azarosa. Yo, para empezar, no quise ser periodista, yo quería ser fotógrafo, a mí lo que me gustaba cuando era chico era hacer fotos”, contó.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

“A mí me encantaba una cosa que ya no existe hace mucho tiempo, que los cadetes teníamos que cortar los cables de agencia, eras el primero que se enteraba de todo, porque según iba saliendo esa noticia ahí nadie la sabía hasta que vos la cortabas y la llevabas a donde correspondía”, recordó.

Su primer jefe. “Rodolfo Walsh fue mi jefe durante casi un año porque al diario lo cerró el gobierno peronista en agosto del ‘74. Yo lo había leído antes de eso, en “Operación Masacre”, “Quien mató a Rosendo”. Cuando vi que iba a ser mi jefe me impresiónó”, rememoró Caparrós. “Lo que más aprendí de él es lo útil que resulta saber sobre lo que estás hablando, parece una tontería pero muchas veces no se hace”, recalcó.

“Uno de los papeles importantes del periodismo es tratar de averiguar, entender y contar qué es lo que hacen los gobiernos. Por otro lado sería mucho más legítimo para mi gusto si también contaran con la misma intensidad y con las mismas ganas qué es lo que hacen los demás poderes”, expresó. “El buen periodismo se hace contra la demanda del público”, apuntó el escritor.

“Yo tengo tendencia a creer, aunque descreo de mí mismo cuando lo creo, que esta también fue una época de cierto declive del periodismo argentino”, opinó. “No estamos haciendo buen periodismo en general, estamos en esa especie de negociación pobre con nosotros mismos en que queremos hacer como si hiciéramos”, siguió.

“Lo que tenemos que ir aprendiendo de a poco los periodistas es que cada vez más las noticias crudas las dan otros y que si para algo servimos es para buscar sentidos de eso que otros dicen”, reflexionó. 

“Cada vez más una noticia es lo que alguien decidió que quiere que se sepa sobre él”, resumió, al a vez que dio algunas pautas del ejercicio periodístico.

Nunca pagué por una nota, pero no sé si no pagaría. “Si en un pueblito de Sudán quiero hablar con una mujer que me va a contar tal historia y me dice bueno, pero para eso yo quiero una bolsa de 50 kilos de mijo o de sorgo, ¿por qué no?”, interpeló. “Otra cosa es pagarle 20.000 dólares a Maradona para que te diga tres boludeces, eso sí que no lo haría, pero hay circunstancias en las que me parece decente, me parece que es un intercambio correcto”, comparó Caparrós. 

Los medios hoy. Asimismo, se refirió al programa ultraK 6,7,8: “Fui hace mucho, dejaron de invitarme, creo que me invitaron dos veces, la última debe haber sido hace 4 o 5 años y dije un par de cosas que no les gustaron y nunca más me invitaron. Pero quiero decir me parece bien que se debata, me parece bien que hayan posiciones encontradas, pero no que se putee gente, que se use el tonito avivado o el tonito patotero como única forma de relación con el otro”. 

Definición. El escritor también habló de su vida personal: “Nunca me gustó pensar las cosas en términos de carrera porque no voy a ninguna parte, y menos rápido”.

“Mi mayor virtud es que soy un hincha pelotas, que siempre trato de mirar un poquito más allá, un poquito más allá, un poquito más allá”, consideró Caparrós, aunque reconoció que esa también es su debilidad: “Mi peor defecto es que soy un hincha pelotas, que siempre quiero mirar un poquito más allá, un poquito más allá, un poquito más allá, y a veces se hace insoportable”.

Un mundo con periodistas se basa en una investigación que determinó quiénes son los hombres de prensa más influyentes de los últimos 40 años. El programa consiste en entrevistas a algunos de los profesionales elegidos, realizadas, de manera alternativa, por Luis Majul, Pablo Marchetti y Pablo Sirvén, para Canal á.