POLICIA
dos muertos en otro ataque mafioso

Rosario: asesinan a una chica que declaró contra Los Monos

Daiana Irrazábal tenía 24 años. Recibió un tiro en la cabeza y falleció en el acto.

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Lluvia de balas. Daiana era pareja de un joven que fue asesinado en 2013 (izq.). Fue atacada en su casa de la calle Dorrego al 3900. | diario la capital

Daiana Magalí Irrazábal tenía 24 años. Gonzalo Urrieta, 21. Ambos murieron acribillados por sicarios durante la madrugada de ayer, en una casa de la zona sur de Rosario. Los investigadores sospechan que la banda de Los Monos, organización liderada por la familia Cantero, podría estar detrás de los crímenes.

Irrazábal fue una de las testigos del juicio, que concluyó en abril último, en el que condenaron a los jefes del clan que dominó el sur de la ciudad santafesina y a sus principales laderos. La joven había sido novia de Nahuel César, asesinado junto a su hermano Milton y su madre Norma César, en mayo de 2013, dos días después del homicidio de Claudio “Pájaro” Cantero.

La principal hipótesis de la masacre de la familia César está relacionada a la ola de venganzas que  desató el crimen del líder más carismático del grupo narcocriminal. Culpaban a Milton de haber sido el ejecutor de los seis balazos que mataron al Pájaro. Cuando las evidencias apuntaron contra la familia Bassi y el presunto sicario Milton Damario, la venganza se cobró varias víctimas de ese grupo.

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Cinco años más tarde, el crimen de la joven en su casa de la calle Dorrego al 3900 puede responder al mismo móvil: una vendetta de la banda, cuyos miembros más peligrosos están diseminados en cárceles del país.

Según indicaron fuentes policiales, dos sicarios llegaron a la vivienda cerca de las 2.30 de la madrugada del sábado y tocaron a la puerta. Luego  dispararon hacia el interior y huyeron. Uno de los  plomos impactó en la cabeza de Irrazábal, que murió en el acto. Su amigo falleció en el Hospital Clemente Alvarez.

El ataque tuvo un sobreviviente, que se convirtió en el principal testigo del doble crimen: un joven de 17 que fue asistido por lesiones en las piernas, provocadas por el estallido de los vidrios de la ventana.  

El 4 de agosto pasado, otro testigo del juicio, Diego Germán Romero, fue asesinado de cinco tiros en la puerta de su casa, ubicada en la zona oeste de Rosario. El hombre, de 37 años, también había declarado contra Los Monos durante la instrucción, pero se desdijo en el juicio para evitar comprometer a los acusados.

Pese a que las autoridades policiales y políticas de la provincia de Santa Fe insisten en la idea de que la organización fue desbaratada, los numerosos atentados a la Justicia y los homicidios de  los testigos son una demostración del poder de daño de Los Monos.