POLITICA
presion y gobernabilidad

El kirchnerismo rechaza a los dirigentes que alientan una salida anticipada del poder

Yoma y Barrionuevo pidieron al Gobierno que se retire antes de 2015. Es un escenario improbable política y legalmente.

“Imposible”. Funcionarios dicen que es una locura pensar que el Gobierno se va a ir antes.
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“Es preferible que se vayan ahora. No da para más, no tienen idea de lo que pasa en la Argentina”, disparó el ex diputado K Jorge Yoma esta semana. En la misma sintonía se pronunció el gremialista Luis Barrionuevo. El kirchnerismo toma nota con preocupación de los rumores que agitan estos sindicalistas y dirigentes peronistas sobre una salida anticipada del Gobierno. Pero aseguran que no están dadas las condiciones para replicar un escenario catastrófico como el de 2001. Además, por una cuestión de ingeniería electoral, es imposible que eso suceda.
En la Casa Rosada creen que hay sectores que están interesados en que se interrumpa el mandato de Cristina Kirchner, incluso dentro del propio oficialismo. “Personas allegadas a Scioli lo fomentan”, se quejó un diputado K en diálogo con PERFIL.
Un ministro le dijo a este diario que hay que medir la debilidad de un gobierno por los siguientes factores: nivel de endeudamiento, estado de las Fuerzas Armadas, inflación y confiscación de depósitos. “Hoy el endeudamiento es bajo, las Fuerzas Armadas no existen, la inflación sí es un problema, pero no hay confiscación de depósitos”, explicó el funcionario. Y añadió: “La presión mediática, que en otro momento volteaba un gobierno, hoy es soportable”.
En el Gobierno consideran que es clave este primer trimestre, porque se espera un aumento en las tarifas de los servicios públicos para marzo (que alimenta el malhumor social) y porque empiezan las paritarias. No es un dato menor. Algunos secretarios y funcionarios creyeron ver en los autoacuartelamientos de diciembre un intento de golpe de Estado que quedó trunco.
“Llega debilitado porque lleva más de diez años en el poder. Pero es una locura pensar que este gobierno se va a ir antes. Es un gobierno que aún en la debilidad tiene tres o cuatro candidatos a presidente que son mejor que cualquiera de la oposición”, graficó otro funcionario K en diálogo con PERFIL.
Entre los conspiradores, el kirchnerismo identifica a las cerealeras, que no liquidan su stock impidiendo la entrada de dólares. También apuntan al diputado Sergio Massa y al Grupo Clarín. Las reuniones y medidas del equipo económico apuntan a debilitar a aquellos que pretenden que Cristina Kirchner se vaya antes de 2015. Pero además hay impedimentos legales para que el oficialismo de un paso al costado antes de que termine el mandato.
La renuncia anticipada de Fernando de la Rúa obligó a las instituciones a aplicar la Ley de Acefalía. No había, en ese entonces, un vicepresidente que pudiera completar el mandato, porque Carlos “Chacho” Alvarez había renunciado un año antes. Para estos casos, la normativa indica que tiene que tomar el mando el presidente provisional del Senado; en su defecto, el presidente de la Cámara de Diputados; y si ninguno de los dos puede, el titular de la Corte Suprema.
Dice también que el elegido llamará a una asamblea legislativa dentro de las 48 horas, para definir al sucesor que finalice el período. El elegido puede ser un legislador o un gobernador. Así llegó a la presidencia el senador Eduardo Duhalde, el 2 de enero de 2002.
Pero hoy el escenario es distinto. Si Cristina Kirchner renunciara a su cargo, el que tiene que completar el mandato es el vicepresidente, Amado Boudou. Tiene que haber acefalía total para aplicar el mismo esquema que en 2001 y eso no es lo que ocurre hoy.
Una vez que el mando esté en manos de Boudou, el vice llamará a elecciones dos meses antes del 10 de diciembre de 2015, tal como lo indica el artículo 95 de la Constitución Nacional. Por lo tanto, los escenarios de una salida anticipada del kirchnerismo del poder son hipotéticos y están alejados de la realidad