En diálogo con el diario La Nación, la ex funcionaria contó que su renuncia respondió a “una oleada represiva” que no puede dejar de “asociar a etapas nefastas de nuestra historia”.“Simbólicamente lo comparo con persecuciones, torturas y desapariciones de la dictadura, porque son cosas de la cultura del autoritarismo”, afirmó Oyhanarte.
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Sobre lo que fue sucediendo dentro de la subsecretaria el último tiempo, la legisladora relató que les comenzaron a suspender todas las actividades que se encontraban en marcha y se les prohibió hacer publicaciones.
“ Empezamos a reunirnos fuera de la oficina, como si estuviéramos en la clandestinidad, para poder imprimir un manual de prácticas democráticas para municipios y un resumen de la gestión. Después de que yo me fui, despidieron a casi todo mi equipo, unas 20 personas”, recordó.
Militantes. Cuando Oyhanarte pasó a ser ex funcionaria kirchnerista un grupo de militantes de La Cámpora pasaron a manejar la subsecretaría que ella tenía a su cargo. Sin embargo, Oyhanarte se cuida de hacer acusaciones directas. “A mí no me consta quiénes eran (a los que designaron a en su oficina). Pedí sus CV pero nunca me los mostraron. Pero créase o no ellos mismos reconocían no tener capacidad para el cargo. Explicaron que ése era el pago por dos años de militancia”.
