El W20, el grupo de afinidad de género del G20, volverá a reunirse en Buenos Aires a principios de octubre para una nueva sesión pública antes de la Cumbre del G20 el 30 de noviembre y 1° de diciembre en Buenos Aires. Y en la antesala, las integrantes del Observatorio de Derechos Humanos de las Mujeres para el G20 se reunieron para evaluar las propuestas que se hicieron y avanzar en nuevas recomendaciones. Del encuentro participaron ONGs y organizaciones de mujeres y feministas, también del T20 (think tanks) y C20 (sociedad civil).
El G20 apunta a reducir la brecha de género al 25% para 2025. El Observatorio consideró que era necesario fijar un plan de acción para que se cumpla el compromiso. Hasta ahora el único grupo de afinidad que no lo firmó fue el B20, el de negocios, que precisamente reúne a las empresas que pueden aportar a la reducción de la brecha.
“Si el G20 es un foro económico y financiero, quisimos traer la voz de las mujeres”, remarcó Corina Rodríguez Enríquez, economista y titular de cátedra de Economía y Géneros, de la FCE/UBA. “Son relevantes las políticas fiscales para asegurar políticas públicas de igualdad; por ejemplo, los servicios públicos de cuidado”. “El 25% en 2025 es de mínima. Esa brecha tiene que tener además aspiraciones de calidad en el empleo que se genera y alcanzar esa brecha solo va a ser posible si no tenemos que enfrentar modelos económicos que precarizan o destruyen empleo”, dijo la economista.
“Las políticas de cuidado son un elemento central, no solo porque la evidencia es muy contundente al mostrar que la organización social sigue siendo injusta porque se reproduce esta distribución desigual”, remarcó Rodríguez Enríquez.
Campo. En las últimas semanas, el W20 analizó el caso de la mujer rural. “El acceso a la tierra para las mujeres, la infraestructura para circular porque las mujeres caminan y mucho y la inclusión digital, el DNI, fueron algunos de los puntos sobre los que se trabajó”, recordó Mabel Bianco, titular de FEIM y coordinadora del Observatorio.
En ese marco, el Enacom anunció que los pueblos pequeños podrán tener conexión satelital a internet. Pero para Monique Altschul “no alcanza con asegurar el acceso de más mujeres a internet así como a celulares. Es necesario mejorar el acceso a la capacitación, de niñas y adolescentes, en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), y asegurar la inserción de más mujeres en las empresas digitales, que hoy es algo muy escaso”.
Los grupos acordaron seguir trabajando más allá de la presidencia argentina. El año próximo será el turno de Japón, y la Argentina seguirá participando de la “troika” del G20, formada por el país que preside ese año, el anterior y el próximo.
Aborto. “Coordinar la mesa de salud sexual (del W20) fue lo más conflictivo”, recapituló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina. Se empezaba a debatir la legalización del aborto cuando se reunieron en marzo.
Las propuestas que se hicieron fueron establecer espacios amigables de consejería, despenalizar el aborto y avanzar en una norma legal, avanzar en la aprobación de drogas eficaces y garantizar el cumplimiento de la ley de educación sexual integral.
Lo que terminó saliendo hasta ahora dejó gusto a poco: consejerías, prevención de VIH, implementación de la ESI. Y un acuerdo para que no se criminalice a las mujeres que abortan. “Nos preguntamos si el Gobierno invita a la sociedad civil para tenerlo en cuenta, porque la sociedad civil sabe cuáles son los problemas, o si fue una forma de legitimarse diciendo que había cumplido porque abrió ese espacio para la sociedad civil”, se preguntó Belski.