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Sesiones de la Amcham

El neuquino Sapag y el mendocino Suárez marcaron diferencias con el Gobierno nacional

El ex gobernador patagónico tildó de invasivo el rol del INAI con su registro de tierras indígenas. Mientras que el mandatario cuyano dudó que la gente obedezca una cuarentena total en su provincia, aún al borde del colapso.

Suarez Rodolfo y Sapag Jorge Amcham 20200908
El gobernador mendocino Rodolfo Suárez y el ex mandatario neuquino Jorge Sapag participaron de las sesiones virtuales de la Amcham | Cedoc Perfil

"No es bueno que venga un funcionario del INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) a una provincia vecina en actitudes de invasión porque los funcionarios nacionales tienen que entender que las provincias tienen autonomía y que se tiene que respetar esa autonomía", embistió el ex gobernador neuquino Jorge Sapag. También el gobernador mendocino Rodolfo Suárez mostró sus diferencias con el Gobierno nacional respecto al manejo de la pandemia en lo que atañe a la flexibilización de la cuarentena. Ambos participaron de sendos encuentros virtuales organizados por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (Amcham) como parte de sus sesiones remotas con referentes de todo el arco político.

"Neuquén heredó del territorio nacional toda la problemática indígena, toda la problemática de las tierras, de los relevamientos territoriales y fue un decreto de Felipe Sapag, de 1964, el que dio el puntapié a la titulación de tierras para las comunidades", indicó Sapag  en el momento de marcar sus disidencias parciales con el gobierno nacional en torno al abordaje de la cuestión territorial. Subrayó que en su provincia llevan escrituradas cerca de 500 mil hectáreas por lo que "no pueden venir ahora de la Nación a querer darnos cátedra de cómo se resuelve un problema que tiene que ver con la paz social", señaló.

"Neuquén heredó del territorio nacional la problemática indígena de los relevamientos territoriales y fue un decreto de Felipe Sapag, de 1964, el que dio el puntapié a la titulación para las comunidades"

Días atrás, las disputas territoriales en la vecina Río Negro volvieron a encenderse tras las movilizaciones de vecinos de Villa Mascardi denunciando acciones violentas por parte de los miembros del denominado Lof Lafken Winkul. A diferencia de la pasada gestión de Juntos por el Cambio, el ministerio de Seguridad nacional solo intervino como parte de una mesa tripartita con Medio Ambiente y Justicia que entiende que el INAI es el puente natural con las comunidades indígenas para evitar la judicialización. En vez de ello, denunció penalmente una movilización de vecinos por presunta apología del delito al asegurar que alentaban el uso de armas de fuego bajo el argumento de la defensa personal frente a los activistas mapuches, a quienes acusan de atacar propiedad privada en la zona.

Sapag lamentó que el rol del INAI a la hora de retomar la deuda del registro de tierras indígenas estipulado en la ley 26.160 y nunca terminado, atente contra la buena relación que Neuquén mantiene con el Presidente Alberto Fernández y sus ministros. Afirmó que el relevamiento territorial ya se hizo en su provincia, incluso "lo cumplieron y con creces". "No necesitamos que desde Nación nos vengan a decir qué hacer", repitió. En cambio, ponderó la designación del neuquino Darío Martínez al frente de la Secretaría de Energía frente a la acefalia, en sus propias palabras, que regía en aquella dependencia. "Es muy bueno que el secretario de Energía sea un neuquino y que además sea un dirigente de nuestra provincia y que además tenga su oficina en nuestra provincia", celebró Sapag porque le da "inmediatez  y conocimiento de causa a las decisiones".

Gran parte de la exposición del ex mandatario giró en torno al potencial enegético de su provincia. Reclamó que el precio de surtidor se alinee con el de pozo, que la Nación salde los pagos pendientes del Plan Gas para retomar las perforaciones "si no quieren importar gas el año que viene". Enfatizó en que debe haber un equilibrio entre Nación y Provincias en la renta para que el negocio sea un ganar-ganar de todos los sectores, desde el Estado nacional a los municipios pasando por las empresas involucradas. Y así contribuir al desarrollo.

"Es muy bueno que el secretario de Energía sea un neuquino y que además sea un dirigente de nuestra provincia y que además tenga su oficina en nuestra provincia", celebró Sapag.

También puso el foco en las concesionarias con contratos de larga duración para que prioricen a las firmas locales en sus cadenas de proveedores —"salvo que se trate de una demanda muy específica o tecnológica que no puedan suplir"— de forma tal de generar estabilidad y previsibilidad. En tal sentido, destacó la necesidad de garantizar la seguridad jurídica. "No sé si hacen falta nuevas normas. Lo ideal es que se cumplan las normas que existen", puntualizó Sapag y agregó: "Mientras más normas existen, más pantanoso se vuelve el terreno. Más burocrático."

Por último, citó a Albert Camus respecto a que "las pestes no solos se llevan vidas, (también) desnudan las almas", al reconocer la angustia, inestabilidad y crispación que trajo consigo la pandemia . "La población está muy preocupada, estamos todos muy preocupados y el ánimo está alterado", señaló, por lo que "hay que construir paz social todo lo posible". Vaticinó que junto a la pobreza y el desempleo se debe cuidar que no crezca la desinversión, para reactivar a la Argentina. "Vamos a una economía que necesariamente tiene que ser una economía de guerra porque va a haber un Plan Marshall de recuperación, porque va a haber un plan de obras públicas para recuperar la economía y porque va a haber que cultivar la paciencia, la tolerancia y el respeto" concluyó

"Vamos a una economía que necesariamente tiene que ser una economía de guerra porque va a haber un Plan Marshall de recuperación, un plan de obras públicas para recuperar la economía".

En línea con el análisis sobre el presente y futuro de la pandemia, el gobernador de Mendoza reivindicó la decisión de su provincia de abrir paulatinamente las actividades pese a las críticas que recibieron del Gobierno nacional. Reconoció que el sistema de salud está al borde del colapso, con el 90 por ciento de las camas de terapia intensiva ocupadas, pero argumentó que el número de unidades críticas se puede ampliar solo hasta donde lo permiten los recursos humanos para administrarlas. "No se puede ampliar infinitamente las camas de terapia porque lo que escasea es el recursos humanos para atender esas terapias intensivas", sostuvo. Y aseveró que lo que enfrentan ahora es un dilema más que un problema, ya no hay una única solución y cada decisión que adoptan puede afectar a uno u otro sector.  

Suárez agregó que los mendocinos ya están cansados de las restricciones y que el 85 por ciento de los casos positivos se dan entre los menores de 45 años que son los que más desobedecen la prohibición de mantener las reuniones sociales y luego trasladan el virus a sus casas. "Estamos con una gran duda que es el debate (sobre) si nosotros tomamos medidas mucho restrictivas, cerramos al economía, vamos a una cuarentena absoluta, el primer interrogante es si la gente nos va a hacer caso", reflexionó  El gobernador de Mendoza admitió que no tienen el poder del Estado nacional para mantener a la gente encerrada, algo que entiende como "imposible" a esta altura. Aunque reconoció que analizan cómo seguir adelante, si mantener las aperturas o limitarlas por días.

Suárez agregó que los mendocinos ya están cansados de las restricciones y que el 85 por ciento de los casos positivos se dan entre los menores de 45 años que son los que más desobedecen.

Consultado por el CEO de Amcham, Alejandro Díaz, en su rol de moderador, respecto a su visión sobre los últimos sucesos en el Congreso Nacional y la falta de diálogo en el funcionamiento de las instituciones, Suárez remarcó que no tenía una mirada positiva. "Tanto lo que pasa con la Reforma Judicial como lo que ocurre en el Congreso no son cosas buenas para la Argentina. No creo que sea el camino. No lo digo porque sea correctamente político respecto a los consensos y el diálogo. Pero sin esquivar el debate, la Argentina sufre el problema de la famosa grieta", remarcó.

El mandatario cuyano completó que tanto él como otros gobernadores como el cordobés Juan Schiaretti o el santafesino Omar Perotti buscan superar esas fracturas pero no ve que eso suceda en la Argentina. "Son las instituciones las que nos van a hacer salir adelante, las buenas instituciones. Y para que haya buenas instituciones, tiene que haber acuerdos. Sin acuerdos no puede haber instituciones en un país Y hoy instituciones como la Justicia o el Poder Legislativo, si empezamos a dudar sobre la legitimidad de ciertas facciones, no le hace bien al país. A mí me trae, en primera instancia, a países como Venezuela, donde se discuten estas cosas", zanjó.   

MB / DS