Las aerolíneas podrían sufrir una mayor presión financiera si Boeing Co. sigue adelante con el cese de la producción del 737 Max, del que se han suspendido los vuelos. Cualquier retraso prolongado de las entregas de aviones podrían elevar los costes operativos.
Las aerolíneas están pagando tasas más altas por el alquiler de aviones para compensar la pérdida de capacidad, mientras que los retrasos en sus planes de expansión están frenando el crecimiento de los ingresos, dijo Shukor Yusof, fundador de la consultora del sector de la aviación Endau Analytics en Malasia. Las compañías asiáticas serían las más afectadas, ya que tienen el mayor número de pedidos de aviones 737 Max, lo que representaba al menos el 26% del total de entregas sin completar a finales de noviembre, según Boeing.
“El coste financiero para las aerolíneas es enorme”, dijo Shukor. “El crecimiento quedará obstaculizado y la rentabilidad también estará seriamente erosionada”.
El avión más vendido de Boeing lleva sin volar desde marzo después de dos accidentes mortales, lo que obligó a la compañía a suspender las entregas y frenar la producción. El consejo del fabricante ahora está estudiando una mayor desaceleración de la producción, pero los ejecutivos están convencidos de que una suspensión sería menos perjudicial ya que la autorización reglamentaria para el avión podría tardar más allá de enero, según una persona familiarizada con la situación, que pidió que no se revelara su identidad ya que las conversaciones son confidenciales.
Las aerolíneas de países como la India o China han sufrido el impacto del cese de los vueltos del Max, y la reanudación del servicio se ha retrasado meses desde las estimaciones iniciales de Boeing. En Asia, donde hay varias aerolíneas de bajo coste con dificultades financieras, alguna incluso podría quebrar debido a los costes relacionados con el Max, dijo Shukor.
La interrupción de la producción del Max también aumentaría la presión financiera a los proveedores de Boeing, como Spirit AeroSystems Holdings Inc. y Korea Aerospace Industries Ltd. CFM International, una empresa conjunta de General Electric Co. y Safran SA, dijo en junio que tendrá que reducir la producción en al menos un 5% si continúa el cese de vuelos mientras que Safran dijo que podría reducir su pronóstico de beneficios.