Partiendo de la premisa que ni Cristina Kirchner ni Mauricio Macri serán candidatos a la presidencia este año, se puede observar que quienes aspiran al Sillón de Rivadavia se han multiplicado desde diciembre.
Sorpresas a cámara lenta. A la posible ausencia de las dos personas que han centralizado el liderazgo político de la Argentina se le suma que ni ninguno se ha expresado por un “favorito”, lo que por ahora abre el juego político. También ocurren dos fenómenos que se solapan: el primero es el desinterés por las cuestiones políticas en la sociedad argentina, como se expresan en los focus groups desde Tilcara hasta Ushuaia. El segundo es que la interna de Juntos por el Cambio se ha salido de cauce. La gota que rebalsó el vaso fueron las declaraciones de Florencia Arietto esta semana, con serias acusaciones hacia Patricia Bullrich en su actuación como ministra de Seguridad. JxC, que parecía tener ganada la elección seis meses atrás, ahora parece que ha presionado el botón de autodestrucción. Conclusión: el interés de acompañar a este espacio político por partes de los votantes, lejos de aumentar empieza a flaquear.
El efecto contrario ocurre en el Frente de Todos. Allá por julio del año pasado cuando renunciaba Martín Guzmán, “los compañeros” se empezaban a despedir del poder estatal, se veía venir un tsunami económico mientras en voz baja se susurraba la frase tabú: “elecciones adelantadas”. El triple salto mortal de Sergio Massa hacia el Ministerio de Economía logró su efecto: detuvo el derrumbe, y lo más importante: está a cargo de la gestión, lo que no pasaba con Guzmán, quien tampoco tenía la espalda para resistir las críticas K. Hoy FdT y JxC están cabeza a cabeza en intención de voto y esto se ha transformado en una inyección de adrenalina en el corazón peronista.
Se propone un introductorio conteo de las fortalezas y debilidades de los y las candidatas que se han planteado hasta hoy para las presidenciales desde los diferentes espacios políticos.
Alberto Fernández: Es difícil evaluar las fortalezas del Presidente. De las posibles, se puede decir que se enfrentó (¿o no se doblegó?) a Cristina Kirchner (aunque él lo vaya a negar a muerte) y que pudo gobernar el país (sin su derrumbe) en años muy difíciles. Sus mayores debilidades son la falta de apoyos en el peronismo y su declinante imagen pública con derrapes constantes en sus presentaciones. ¿Qué tiene para ofrecer Fernández para un segundo mandato? ¿Podrá ir contra la vicepresidenta?
Sergio Massa: Un atributo importante de Massa y que pondrá sobre la mesa en una potencial candidatura es precisamente que tomó las riendas de la economía del país en un momento destinado a la hiperinflación y al hundimiento generalizado. El desempeño en los próximos tres meses será crucial para ver si puede aspirar a cruzar la calle Hipólito Yrigoyen. La otra fortaleza viene de la mano de sus aceitadas relaciones con el mundo empresario y con personas influentes de EE.UU. en particular. Su mayor debilidad es que buena parte de la sociedad no logra ver una identidad política definida en él y que hace surgir la duda sobre cómo sería un gobierno de él acordado con CFK.
Eduardo Wado de Pedro: La mayor cualidad es que De Pedro tendría el 100% de apoyo de Cristina, lo que también implica un techo. Luego se puede observar un trabajo que viene realizando desde el año pasado para moverse en el pasillo de la moderación alejándose de la radicalidad militante, así como cierto roce internacional. Su mayor debilidad es el desconocimiento que existe sobre su figura por fuera del voto duro del kirchnerismo.
Daniel Scioli: ¿Qué se puede agregar sobre Scioli? Como positivo, una posible revancha sobre su derrota de 2015. Lo curioso es que se trataría del plan B de Fernández, sin el costo de estos cuatro años del Presidente. Quizás desde ahí pueda transformar la debilidad en virtud.
Patricia Bullrich: Su mayor virtud es que se ha instalado con nitidez en un lugar muy particular de la escala ideológica argentina, la derecha sin complejos, pero a la vez evitando la radicalización de Milei, del cual la figura de Bullrich es fronteriza (con el problema del posible traspaso de votos). Las mayores desventajas, su baja versatilidad para afrontar temas por fuera de la seguridad y la dificultad tanto para generar un armado nacional como para obtener los recursos para una campaña muy costosa.
Horacio Rodríguez Larreta: Más allá de la cuestión del carisma, su mayor debilidad es haber encarado su segundo mandato como Jefe de Gobierno con la convicción de que hay una alfombra roja que lo lleva a la presidencia, a partir de lo cual se lo nota falto de empatía y con cierta desconexión con el electorado, más preocupado por la interna. Luego su falta de definiciones en temas económicos genera dudas incluso en el voto-núcleo. Su mayor ventaja sigue siendo la posibilidad de “vender” a la ciudad de Buenos Aires como modelo de gestión y su capacidad de transmitir la idea de un presidente posible.
Myriam Bregman: La muy probable candidata por el FIT tiene como ventaja su capacidad discursiva y su carisma con su natural simpatía. Sin embargo, la desventaja que comparte con toda la izquierda radical es que mientras sus diagnósticos pueden ser agudos e incluso acertados, las soluciones o propuestas producen un total desconcierto.
Javier Milei: Su principal ventaja es que tiene las herramientas para movilizar la bronca y el fastidio de una parte creciente del electorado. Curiosamente, este objetivo Milei lo logró más con su lenguaje gestual que con sus propuestas. La gran desventaja es su propia radicalidad, que hace que esos proyectos parezcan irrealizables tanto por las formas prácticas como por el contexto político. Otro de los riesgos que asume es que haga una muy buena elección en las PASO y que decaiga mucho en las generales.
Futurología. Quizás la lista parezca corta. Se podrá sumar algún gobernador peronista a pujar, también seguramente habrá algún candidato radical en JxC. Pronto habrá que observar la discusión por la vicepresidencia: en un contexto de alta dispersión tendrá una mayor importancia en 2023 que en otras ocasiones. Algunos sueñan con rupturas y realineamientos, o que finalmente Cristina rompa su auto proscripción y se presente, y que como acto reflejo Macri haga lo mismo. Será empezar todo de nuevo.
*Sociólogo @cfdeangelis