El ministro Lousteau ha renunciado, pues su plan antiinflacionario no fue aceptado. También había propuesto las retenciones móviles, que tanto conflicto trajeron al país. Además, había propuesto un canje voluntario de deuda pública, que generó desconfianza sobre la posibilidad de pago de los papeles argentinos, los que cayeron un 8% en una semana.
El principal problema del país es la inflación, pero para poder ver la solución al problema hay que entender cómo funciona el mecanismo de crecimiento y distribución y cómo, al querer forzarlo, se puede provocar efectos no deseados, una infección, cuya manifestación externa, la fiebre, es la inflación.
Nos especializamos cada vez más en producir un bien o servicio especifico, y demandamos cada vez más una cantidad enorme de productos que hacen los otros. ¿Cómo hace la sociedad para distribuir estos bienes, que unos producen y otros consumen, sobre todo teniendo en cuenta que los bienes y servicios son limitados en un período de tiempo dado, en tanto que las necesidades son prácticamente ilimitadas? La sociedad raciona entre sus miembros, para ordenar civilizadamente el consumo. ¿Cómo lo hace? Distribuyendo vales de racionamiento entre sus miembros, lo que hoy llamamos dinero. Este trabajador de la construcción que tiene bastante experiencia ganará $ 3.000, este otro con menor preparación, $ 1.200, y el ingeniero, que dedicó 6 años a estudiar, que calcula la obra y la resistencia de la estructura y dirige, ganará $ 8.000, siempre para un período de trabajo comparable. También hay que dedicar recursos a la amortización y a los otros factores de la producción. Esto no quiere decir que la distribución sea siempre justa, pero es un engranaje de relojería que va orientando las inversiones y los consumos según las preferencias de los componentes de una sociedad.
¿Cuál es el sistema de conocimiento que usa la sociedad para compaginar este infinito mundo de preferencias y producciones? El sistema de conocimiento es el de los precios.
Si hay más personas que quieren un tipo de producto y hay pocos oferentes, el precio va a aumentar y los oferentes tendrán más recursos para comprar mas máquinas y producir más hasta que la nueva oferta haga bajar los precios del bien o servicio que había tenido esa suba. Si en una provincia hay un faltante de un determinado bien, los agentes productivos recibirán la señal y organizarán en algún tiempo la logística para abastecer a esa región que está pagando precios más altos que en el resto del país.
El sistema de precios se ha interferido en nuestro país en los últimos años, y ha dejado de dar las señales para los diferentes agentes económicos y, en conjunto, el sistema está fallando. Creo que el Gobierno no tenía este objetivo, pero fue equivocándose gradualmente. Primero, entre 2003 y 2005, donde no hubo prácticamente inflación, las señales de precios funcionaron bien y la inversión fue creciendo, con esa guía adecuada. Después, en 2006, se hicieron diferentes acuerdos de precios entre sectores económicos y el Gobierno, ej.: leche. Esto fue una señal pues todo aumento de precios, por mayor poder de compra de jubilados, asalariados o demanda externa, no fue visto como una señal necesaria para aumentar la oferta, sino como un desmedido afán de lucro de los productores. En algunos casos se cerró la exportación para que el precio interno no subiera, o se incrementaron los derechos de exportación con el mismo fin. Conclusión: en muchos casos se limitó la oferta futura, en tanto que la masa de ingresos nominales siguió creciendo fuerte y, frente a una oferta insuficiente, la inflación fue la consecuencia del esquema interferido, inflación que se acelera también por mecanismos monetarios, fiscales y aumento internacional del precio de las commodities. Cómo desactivarla: sincerando las relaciones de los precios relativos que establecen las preferencias de los participantes en el mercado y regulando sólo los desvíos de los mismos, que pueden ocurrir por alguna catastrófe, que no es el caso actual. Esto es fácil decirlo pero es difícil de hacer y, además, requiere una revisión consistente de las distintas partes del esquema actual. El cambio de ministro es una buena oportunidad para rectificar lo que anda mal, cuando aún estamos a tiempo.
*Economista. Director de Ferreres & Asociados.