ECOLOGíA
Incendios forestales

Atención Patagonia: malas noticias desde el frente de los posibles incendios

Un nuevo informe de un observatorio estadounidense alertó sobre el crecimiento de los incendios en las zonas conocidas como áreas de interfaz urbano-forestal, los espacios donde se tocan la naturaleza y el avance humano, un escenario bien conocido en la Patagonia

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Incendio en el Parque Nacional Los Alerces | NA

Un nuevo reporte del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica de Estados Unidos trae malas noticias para varias regiones del mundo proclives a sufrir incendios, entre ellas la Patagonia argentina, donde todavía duelen las consecuencias de los fuegos de principio de año en las zonas del parque nacional Los Alerces y del lago Nahuel Huapi

En el estudio, preparado junto a la Corporación Universitaria de Investigación Atmosférica, los expertos norteamericanos alertaron sobre un crecimiento de los incendios en las zonas conocidas como WUI, la sigla en inglés de wildland-urban interface, que los especialistas latinoamericanos traducen al español como interfaz terrestre-urbana o interfaz urbano-forestal y que se refiere a los espacios donde se tocan la naturaleza con los territorios urbanizados

"Los incendios que devastan áreas de interfaz urbano-forestal se están volviendo más comunes en todo el mundo, una tendencia que probablemente continuará durante al menos las próximas dos décadas", advirtió la investigación del centro estadounidense con base en Boulder, en Colorado. "Estos incendios -continuó- son especialmente peligrosos, porque ponen en peligro a un gran número de personas y porque emiten muchas más toxinas que los incendios de bosques y pastizales".

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Según se informó, el equipo de investigación utilizó observaciones satelitales y técnicas de aprendizaje automático para producir una base de datos única de áreas WUI e incendios en todo el mundo, que se remonta a aproximadamente dos décadas. En base al procesamiento de esos datos establecieron, por ejemplo, que el número total de incendios en todo el mundo disminuyó, al igual que la superficie total quemada.

Pero también hallaron que "la fracción de incendios globales que ocurren en áreas de WUI aumentó aproximadamente un 23 por ciento entre 2005 y 2020". Y un hecho más significativo: "el área global quemada por incendios de WUI durante el mismo tiempo aumentó aproximadamente un 35 por ciento como fracción de todas las zonas quemadas", señalaron.

La investigación destacó en particular una expansión de las áreas de interfaz urbano-forestal en regiones de África donde avanzan los asentamientos humanos. A medida que esos centros urbanos "recién construidos se trasladan a áreas de vegetación silvestre -explicaron-, aumenta el riesgo de incendios". 

Incendio forestal en el Parque Nahuel Huapi

Wenfu Tang, el autor principal del artículo con los detalles de la investigación, dijo que los incendios en la interfaz urbano-forestal "son una gran preocupación para muchas personas en Estados Unidos y en todo el mundo. A través de este estudio, añadió, "ahora sabemos que aumentaron en los últimos años y probablemente continuarán haciéndolo en el futuro". Se trata, completó, de "un importante primer paso para analizar las emisiones de estos incendios y sus impactos en la salud humana".

Estos peligros son bastante obvios, teniendo en cuenta que las áreas WUI "generalmente se definen como el lugar donde el uso del suelo urbano y la vegetación silvestre entran en contacto o se entremezclan", indicaron desde Boulder. Los incendios en esas zonas son especialmente peligrosos, porque ponen en riesgo "a un gran número de personas y estructuras y porque, al quemar materiales manufacturados en lugar de vegetación, emiten muchas más toxinas que los incendios de bosques y pastizales", precisaron los investigadores.

Incendio Parque Nacional Los Alerces

En el informe, que fue publicado en la revista especializada Environmental Research Letters, los científicos compartieron algunos números inquietantes. En el renglón de los "incendios especialmente destructivos" recordaron -entre otros- el fuego del Black Saturday de 2009 en Australia, que dejó 173 muertos, y el de Pedrosa Grande de 2017 en Portugal, que se cobró la vida de sesenta y seis personas. Por su parte, el incendio de Lahaina, en Hawaii, del año pasado fue el más mortífero en Estados Unidos en más de un siglo, matando a cien personas y destruyendo más de 2.200 estructuras, se lee en el reporte.

Finalmente, advirtieron que si las áreas de interfaz urbano-forestal siguen expandiéndose "y se siguen emitiendo gases de efecto invernadero a un ritmo elevado", la fracción WUI de áreas quemadas en todo el mundo "probablemente aumentará entre un 2,6 y un 3,2 por ciento para 2040". 

"A medida que las áreas de las WUI se expanden rápidamente y los incendios de las WUI se vuelven más frecuentes, es fundamental comprender las interacciones entre los incendios de las WUI y las actividades humanas, así como los impactos de los incendios en la calidad del aire, la salud humana y el medio ambiente", cerró Tang.

Las condiciones para el fuego

Una investigación sobre este tipo de incendios en el centro y el oeste de la provincia de Chubut, publicado a mediados de 2022 en la revista Frontiers in Forests and Global Change, ya señalaba que entre los años 1981 y 2021 el área de WUI había aumentado nada menos que un 80 por ciento en la zona analizada, en especial "en la parte sur de nuestra región de estudio".

Es interesante la descripción que los autores del informe (María Godoy, Sebastián Martinuzzi, Pablo Masera y Guillermo Defossé) prepararon sobre las áreas WUI, porque dibuja una imagen de los desarrollos urbanos que están en el centro de este problema y que aplica a lo que se está registrando también en la Patagonia argentina. Se trata, escribieron, de zonas que aumentan "rápidamente en todo el mundo" y cuyo auge "podría explicarse por las crecientes posibilidades de teletrabajar y desarrollar el trabajo desde casa, viviendo al mismo tiempo en, o rodeados de, zonas silvestres de magnífica belleza".

¿Hay un precio por este "acercamiento" a la naturaleza? Los expertos de la Administración de Parques Nacionales (APN) de Argentina apuntan que los incendios "se originan por causas naturales o antrópicas", es decir, relacionadas con la actividad humana, "pudiendo en el segundo caso ser accidentales o intencionales". Pero el concepto de WUI parecería estar poniendo tanto a los humanos como a la naturaleza silvestre en una posición incómoda. 

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Solamente en el 2023, señalan los datos de la APN, se registró un total de 88 incendios en trece áreas de conservación" bajo jurisdicción del organismo, "con una superficie total de 57.480 hectáreas afectadas". La Patagonia presentó menor cantidad de incendios que la zona Centro del país, "pero mayor superficie afectada, es decir: menor ocurrencia, pero mayor magnitud".

Otro estudio, publicado también en 2022 pero en la revista Environmental Science Proceedings, encontró que en el distrito de Bariloche en 2021 los espacios WUI incluyeron el 81 por ciento de las viviendas y ocupaban el 37 por ciento (11.006 ha) del área total analizada.

Entre 2015 y 2021, precisa el reporte de Corina Sanucci, Sofía González y Luciana Ghermandi, el 77 por ciento de los incendios se produjó en la WUI, "lo que destaca la relevancia de la planificación del crecimiento urbano y la gestión de la carga de combustible para reducir el riesgo de incendios forestales", enfatizaron las investigadoras.

La fórmula urbana-silvestre que crece en estas zonas, coincidieron con los expertos estadounidenses, parece ser una receta para desastres. En partes de las áreas de interfaz urbano-forestal, concluyeron, se generan las "condiciones más peligrosas: casas rodeadas de combustibles con pendientes pronunciadas hacia ellas", una invitación a la expansión de los fuegos.