El contexto externo se perfila más benévolo, con algunos “brotes verdes”, como el freno a la caída industrial de Brasil o el precio de la soja; esto podría darle aire al gobierno de Mauricio Macri, que sostiene que, a nivel interno, “se frenó la caída de la actividad” y espera crecimiento para 2017.
“Estamos en un momento complejo”, sostuvo sin embargo el secretario de Industria, Martín Etchegoyen, para quien la pérdida de dinamismo de los mercados internacionales, en especial los asiáticos, puede ser un riesgo, no sólo por menores compras de productos argentinos, sino fundamentalmente por el exceso de producción de esos países.
Las buenas nuevas, en tanto, llegan de un freno de la caída de actividad de Brasil. “Se empieza a alcanzar una meseta”, sostuvo Etchegoyen, mientras que su reemplazante como director ejecutivo en la Unión Industrial Argentina, Diego Coatz, coincidió en que “Brasil parece que deja de caer”, aunque destacó que la industria del país vecino tiene todavía un “40% de capacidad ociosa”. Por otra parte, en tanto, para el real –que hoy se ubica en 3,30 unidades por dólar, después de tocar un máximo de 4 unidades por dólar– “la perspectiva es que se acerque más a tres que a cuatro”.
Para el ex presidente del Banco Central Javier González Fraga, los principales frentes de restricción llegan desde Europa y Brasil, aunque advierte que “no hay ninguna noticia económica tan mala en los próximos meses que pueda socavar el plano político”.
“Lamentablemente para los exportadores, los dólares dejaron de ser escasos”, ponderó González Fraga, que prevé que el ingreso de divisas por el blanqueo complemente la emisión de deuda que llevan adelante tanto el gobierno nacional como los provinciales y también las empresas. El dólar, en ese contexto, se estima en unos $ 16 hacia fin de año, lo que, con la inflación actual –40% interanual–, marcaría una apreciación en el año (sin contar la salida del cepo). “En los próximos dos años vamos a ver un dólar apreciado”, estimó durante una presentación en el Congreso de la Unión Industrial de Córdoba (UIC).
A nivel interno, en tanto, el Gobierno sostiene la “de-saceleración de la inflación” y apunta a una mejora de la competitividad de la mano de un plan productivo para mejorar costos logísticos y de financiamiento. En ese marco, en Hacienda sostienen que la tasa para acceder al crédito seguirá mejorando, pese al Brexit y una eventual suba de tasas de la Fed.
Respiro. El precio de la soja, a US$ 400 la tonelada, mejoró con respecto al del momento del cambio de gobierno. “A partir de abril se pudo comenzar a ver una mejora relativa gracias a la recuperación de los precios de las commodities”, sostiene un informe de ACM que, no obstante, aclara que “el rally de los precios de las materias primas parece haberse detenido”.
Para la división Research del banco BBVA, en algunos casos “se pueden propiciar condiciones para un aumento de las cotizaciones por factores de oferta ante el cambio de las condiciones climáticas, como en el caso de la soja”.
Entre los factores de riesgo para la región, sin embargo, se mantiene “el endurecimiento de las condiciones financieras internacionales. El voto a favor del Brexit generó un fuerte aumento puntual de la volatilidad financiera y de la aversión al riesgo, que se vio compensado por la postura más acomodaticia de los principales bancos centrales de los países desarrollados”, ponderó el análisis del BBVA.
En tanto, se prevé que China no alcanzará el estatus de economía de mercado este año, lo que da un poco de tranquilidad sobre todo a los industriales. Si lograra ese reconocimiento en la OMC, no podrían aplicarse medidas como la protección comercial a partir de la “mejor información disponible” en el mercado, mecanismo que permite “asumir” que Beijing subsidia producción y permite aplicar medidas antidumping.