Marcelo Mindlin, propietario de Pampa Energía, el mayor grupo del sector eléctrico, viajó el mes pasado a la cumbre de Davos con dos objetivos disímiles, pero complementarios: iniciar el tendido de canales de acceso al círculo áurico del presidente Mauricio Macri y sondear socios para financiar la compra de la mayoría accionaria de Petrobras Argentina (PESA).
Petrolera Pampa, brazo petrolero del grupo que lidera el ex IRSA, ofertó a fin de año cerca de US$ 1.200 millones para quedarse con un importante paquete de activos que controla la filial local del gigante brasileño. La lista incluye cerca de 10 áreas hidrocarburíferas en la cuenca neuquina, una refinería de petróleo ubicada en Bahía Blanca y su red de estaciones de servicio; la central térmica Genelba y la hidroeléctrica Pichi Picún Leifú; plantas petroquímicas en Santa Fe, y una participación en TGS.
Si bien Pampa fondeó su propuesta económica con el paraguas del Citibank, Mindlin aprovechó su estadía en el Foro Económico Mundial para testear en primera persona el plafón de los inversores para apostar por la Argentina. El empresario está convencido de que podrá cerrar la operación en breve.
Pero no es la única alternativa sobre la mesa. Tecpetrol, petrolera del grupo Techint, también acercó una oferta formal por el 63% de PESA, que está en manos de Petroleos Brasileiros, aunque por un número menor. Así lo aseguraron a PERFIL fuentes empresariales al tanto de la operación. Desde Techint declinaron hacer comentarios al respecto.
El holding que conduce Paolo Rocca confía en que habrá un segundo round. No descree de la solvencia financiera de Mindlin, pero sospecha que dada la delicada situación judicial y política de Petrobras no podrá cerrar el deal. “En el marco de la crisis que vive Petrobras no es probable que una oferta directa de empresa a empresa, que no está estructurada por un banco de inversión que le otorgue transparencia a la operación, prospere”, explicó un encumbrado ejecutivo del sector. “Lo más probable es que ahora que Petrobras constató que hay interés en sus activos lance un nuevo un proceso de venta formal”, agregó.
Es la misma lectura que realizan otros peces gordos del mercado, como YPF –que en 2015 ofertó más de US$ 900 millones por PESA, pero la cifra no convenció a los brasileños-, Pluspetrol y Pan American Energy (PAE). Tras el triunfo de Macri, si se reabre una compulsa es posible que participen fondos internacionales de inversión que apuesten a valorizar los activos de Petrobras antes de venderlos por separado. Petrobras controla un 63% de PESA. El 37% restante flota en las Bolsas de Buenos Aires y Nueva York.
Orly Terranova, cerca de YPF
El Gobierno descolocó al mundo petrolero con una jugada que pocos hubiesen imaginado: propuso para un importante cargo en YPF, la mayor empresa del país, que es controlada por el Estado, a Orly Terranova, un corredor de rally reconocido por participar del Dakar que fue candidato a concejal del PRO en Mendoza. Terranova fue propuesto por el macrismo para el directorio de la compañía para asumir como vicepresidente de Asuntos Públicos, cargo que está vacante en la petrolera desde la salida en diciembre de Doris Capuro, que presentó su renuncia. YPF inició una búsqueda oficial con el soporte externo de Conferry, una consultora de RR.HH. Terranova fue entrevistado la semana pasada por directivos de la empresa. Del proceso participan también otros candidatos, entre los que figura un ex directivo del Banco Hipotecario. Terranova no tiene trayectoria en la industria petrolera. Es hijo de Eduardo Terranova, uno de los propietarios de la empresa Publicidad Sarmiento, uno de los mayores concesionarios de carteles de la Ciudad de Buenos Aires. En 2010 fue candidato a concejal en Mendoza.