ESPECTACULOS
Borat Subsequent Moviefilm

Sacha Baron Cohen y su urgencia ponen en aprietos a la derecha norteamericana

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Regreso. El personaje vuelve en pandemia y en elecciones. | gza. amazon prime video

Sacha Baron Cohen sorprendió al planeta cuando anunció que el periodista kazajo, Borat, volvería. No solo eso: iba a regresar dos semanas antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Y sumaba algo más: la película, gran parte de ella, había sido filmada en plena pandemia, lo cual es una imagen nueva en la historia del cine. Así aparece entonces Borat Subsequent Moviefilm, el regreso del personaje de comedia más famoso del cine americano en los últimos 15 años. 

El formato es otra vez el mismo, con la balanza claramente inclinada por la cámara oculta: la generación de situaciones absurdas que ponen en tela de juicio a los lugares comunes (a través de un personaje que sin juzgarlo rankea alto a la hora del racismo, la misoginia y la tontera). Ahí, en la cámara oculta, es donde como lo viene demostrando durante toda su vida, Cohen va solo: es casi vanguardista. Funciona como un terrorista de la comedia, alguien que se tira sin red a las situaciones más violentas posibles, y que todavía hoy, cuando la idiotez cotiza, la entiende como un arma de exhibición de determinadas ideas. No es lo mismo pensar que una reunión antibarbijo de republicanos es un lugar de derecha, a ver ahí a gente realizar el saludo nazi ante una canción country cantada por Borat que dice Obama debería ser inyectado con el “virus de Wuhan”. 

Por supuesto Cohen entiende que su humor tiene un doble filo: es fácil lograr que una mentalidad que no nos simpatiza quede en rídiculo, pero aquí genera otra cosa. Cuando se trata de gente común, en su hogar, o su iglesia, pareciera ver una humanidad, no un síntoma. Así sean rednecks o una sobreviviente del Holocausto, sin ternura pero sin rayos X, Cohen ve en ellos lo que no ve en funcionamientos en masa o en políticos. Ya se sabe pero Rudy Giuliani, abogado de Donald Trump, queda particularmente expuesto en una secuencia donde a partir del consenso inmediatamente se entusiasma y pareciera mete sus manos dentro de su pantalón. La urgencia está y se la siente en momentos donde Borat pareciera no encuentra blanco, y solo muestra, lo que hoy ya es moneda corriente. Cuando molesta a la masa, por su riesgo y su ferocidad, es cuando mejor muerde. En lo privado, se siente un poco más moralista de lo que seguramente le gustaría se vea su comedia. Cuando disfrazado de Trump alza una mujer y se la ofrece a un Michael Pence que celebra a dos semanas del primer caso de Covid-19 en Estados Unidos, se ríe de como no reacciona el resto y no tanto del vice. Cohen parece odiar a quienes se quedan quietos, a quienes mienten lo que son, a quienes por justificar un aborto toleran un embarazo de un padre a su hija, al político que parece El Pinguino apenas se apaga la cámara. Su odio es su mejor pirueta, y le sobra espacio, considerando las pocas ideas que hay en calle hoy.

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Título original: Borat Subsequent Moviefilm: Delivery of Prodigious Bribe to American Regime for Make Benefit Once Glorious Nation of Kazakhstan

Dirección: Jason Woliner

Guión: Peter Baynham, Sacha Baron Cohen, Jena Friedman, Anthony Hines, Lee Kern, Dan Mazer, Erica Rivinoja y Dan Swimer

Intérpretes: Sacha Baron cohen y Maria Bakalova

Origen: Estados Unidos / Reino Unido (2020)

Duración: 95’

Disponible en Amazon Prime Video