Un turbulento episodio sorprendió a la fallecida Reina Isabel II aquella mañana del 9 de julio de 1982, cuando la monarca se despertó y ante sus ojos apareció un sujeto extraño, llamado Michael Fagan, que había logrado penetrar intempestivamente en el palacio real. El hombre "trepó por un tubo de desagüe hasta una ventana abierta cerca de los aposentos de la reina", detalla la revista Life al reconstruir el curioso episodio vivido por la soberana.
Ocurrió hacia las 7.15 am, mientras la Reina Isabel II dormía. El intruso superó los obstáculos impuestos por las medidas de seguridad del Palacio de Buckingham y, sentado en la cama de la monarca, mantuvo una conversación de 10 minutos con Su Majestad.
Al parecer, el invasor ensangrentado le pidió un cigarrillo a Isabel II, quien replicó: “Aquí no tengo”
“Pero puedo ir a buscarlo a la habitación de al lado”, aclaró enseguida la monarca.
Como el hombre accedió, Isabel II dio aviso a su guardia, que intervino de inmediato para capturar al intruso.
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La revista Life aportó su versión del tenso episodio transitado por la Reina Isabel II:
"Poco después de la rendición de Argentina, se produjo un extraño e inquietante incidente que puso de manifiesto la imperturbable calma de la reina en una crisis. A las 7.15 de la mañana del 9 de julio de 1982, la despertó un portazo, e instantes después un hombre descalzo en camiseta y pantalones vaqueros estaba de pie a los pies de su cama, con la mano ensangrentada sosteniendo un trozo de vidrio de un cenicero roto".
El relato rememora el momento curioso en que el Michael Fagan le pidió un cigarrillo a Su Majestad:
"‘¡Salga de aquí de inmediato!’, dijo la reina. Pero el intruso -Michael Fagan, un pintor de casas en paro de 33 años y padre de cuatro hijos que padece esquizofrenia- ignoró a su reina y empezó a desahogarse con ella. Isabel llamó para pedir ayuda, pero no hubo respuesta. Mientras tanto, escuchó pacientemente los problemas del joven y le expresó su simpatía", prosigue el relato.
En declaraciones a The Mirror, Fagan aseguró que la reina "temblaba" cuando lo vio: “Pasé junto a su cama y parecía demasiado pequeña para ser la reina. Así que me acerco y descorro la cortina, solo para asegurarme, y de repente se sentó y me dijo: ‘¿Qué haces aquí?”.
Reina Isabel II: "Todo fue muy surrealista"
"Consiguió detener a Fagan hasta que llegó la policía. El intruso, que más tarde pasaría seis meses en un centro psiquiátrico, dijo después del incidente que había planeado cortarse las venas delante de la reina. ‘No tenía miedo’, dijo después Isabel. ‘Todo fue muy surrealista’. Simplemente entró, charlamos y se fue sin incidentes, y eso fue todo’", detalla la revista Life en la reconstrucción de aquella mañana atípica en el Palacio de Buckingham.
Otro fragmento alude a la "atrevida" irrupción del invasor, quien "escaló un muro de cuatro metros con alambre de espino y pinchos, y trepó por un tubo de desagüe hasta una ventana abierta cerca de los aposentos de la reina, constituyó una flagrante violación de la seguridad".
La versión coincide con la de la biógrafa Ingrid Seward, quien agregó que Paul Whybrew, el colaborador de mayor confianza de la reina, estaba paseando a los perros de Isabel cuando ocurrió la inesperada visita. Al regresar al palacio, forcejeó con el intruso hasta reducirlo al suelo.
“Parece que necesitas una copa”, habría dicho Whybrew, según el relato del propio Fagan. Entonces aquel le sirvió un vaso de whisky hasta la llegada de la policía.
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Segundo intento
La maniobra de Fagan habría tenido un antecedente inmediato, ya que trascendió que el invasor había intentado ingresar al palacio un mes atrás, cuando fue visto por una empleada del palacio que avisó al personal de seguridad. Cuando los guardias se presentaron, el hombre había desaparecido.
Antes de escaparse, habría consumido media botella de vino: “Entré en la habitación de Carlos, tomé el vino del estante y lo bebí. Era californiano barato”, relevó a The Independent.
Si bien el invasor Fagan fue detenido, con posterioridad se retiraron los cargos cuando fue internado para realizarse un chequeo psiquiátrico.
CA/ED