El autor de "Raúl Alfonsín: el planisferio invertido", Pablo Gerchunoff, manifestó que "guardo algún escepticismo sobre si la calidad de la democracia puede deteriorarse". A su vez, enfatizó que "no necesitamos reducir el gasto público, sino un proyecto de crecimiento". "Lo que le falta hoy a la Argentina es alguien que piense en la Constitución entera, en la libertad y la justicia social", sentenció en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Hay un regreso a la sociedad de Raúl Alfonsín? ¿Encontrás ecos en el presente?
Escribí este ensayo, no para sacar lecciones del presente. Siempre cito la frase ”la historia enseña, pero no tiene alumnos”. Quería escribir algo que pusiera a Alfonsín en la historia, no en el presente, y que podamos hablar de él como una figura pública del pasado para entender sus luces y sombras, tomando distancia afectiva, para no permear la lectura. Partí desde la construcción de su personalidad política hasta su muerte.
Luego, con la película del Juicio a las Juntas, se puso foco sobre esa época. No logro encontrar una conexión de su personalidad política con el presente, salvo en un aspecto: él quiso aunar el artículo 14 de la Constitución con el 14 bis. Los derechos liberales clásicos con los sociales modernos. Y eso no lo veo hoy.
“Argentina, 1985” y el "ecumenismo de los derechos humanos”
Tampoco digo que Raúl Alfonsín lo haya conseguido, pero sí fue una intención obsesiva de su vida. Por eso lo calificamos, en sus intenciones, como un socialdemócrata. Lo que le falta hoy a la Argentina es alguien que piense en la Constitución entera, en la libertad y la justicia social. Estamos en una época signada por la ausencia de una síntesis de los derechos.
Está probado que el ciclo de la nostalgia en el arte y la moda es de 40 años porque los que toman las decisiones tiene 60 y rememoran sus 20. Supongo que un Alberto Fernández siente reminiscencia con esa época. ¿Qué encontrás en la reivindicación de Alfonsín de parte de Alberto y su deseo continuo de referenciarse en él?
Encuentro un intento de diferenciarse, dentro de la reciente democracia argentina, del pasado kirchnerista. Es colocarse más en una tradición democrática, social y liberal. Quiso construir una personalidad política, pero con el tiempo ese intento fue fallido, sólo fue nostalgia, no un programa “a la Alfonsín”.
Si hay un punto de conexión con los ´80 es la inflación.
Un poco menos, pero efectivamente es muy alta. La Argentina no es la misma de esos años ochenta con la hiperinflación, comparada con la actualidad. No tenemos en cuenta que nuestro país atravesó, en el medio, momentos de esperanza.
Por ejemplo, si este libro hubiese sido escrito en 1993 o en el 2004, hubiese sido un libro de la historia que no habría conectado con aquel presente, porque eran momentos de euforia. Hay que tener cuidado con creer que la Argentina es una línea recta en ese sentido, porque puede dar sorpresas y así es como pasamos a otra etapa de ilusión.
Plan para salvar a la Argentina
Casualmente, el éxito de la película "Argentina, 1985", al igual que tu libro, es de lo que estamos hablando. Ambos captan una predisposición distinta para mirar esa época.
No es casualidad, la película y el libro buscan vincular la necesidad de los argentinos de volver a tener una épica. Así como la economía falló, luego de una travesía difícil por el desierto, terminó bien, con una democracia asentada y con los militares en los cuarteles. Pese a eso, guardo algún escepticismo sobre si la calidad de la democracia puede deteriorarse.
¿Alfonsín falló en esa misión de coordinar el artículo 14 y el 14 bis? ¿La inflación creciente es el resultado de esa tensión?¿De alguna manera, salvando las distancias, este problema se le presenta a Alberto Fernández también?
Alfonsín fracasó en el intento de aunar estos derechos primero porque tuvo una herencia nefasta de la dictadura, social y económicamente, y vivió todo su mandato con eso. Además, esa experiencia hizo regresar sus viejas creencias a toda la clase política argentina: abandonaron la idea de una reforma económica y social.
Pero el tercer problema fue la campaña electoral de Carlos Menem, que causó una huida de dinero tan extraordinaria que, en buena medida, la experiencia de Alfonsín termina en hiperinflación por eso. En la actualidad, Alberto Fernández nunca terminó de explicarnos que quería aunar libertad política y justicia social. Sólo lo podemos imaginar, no deducir de sus palabras o sus hechos.
Alberto Fernández anunció un "bono para los más vulnerables"
Un programa antiinflacionario como punto de partida
La mayoría de los economistas de PRO plantean como solución una reducción del gasto fiscal, pero vos lo criticaste. ¿Cómo ves las ideas económicas que plantean en la oposición?
Hoy tenemos una gran dificultad para entender que una política económica es una visión del mundo, del país y una secuencia de las políticas públicas. Acá no hay prioridades ni secuencias, es una vorágine reformista en donde todo debe ser cambiado en un instante: el Estado, la sociedad y las leyes laborales, entre otras cosas. Y cuando todo se ubica en un plano donde todo es igual, vamos a fracasar.
No necesitamos reducir el gasto público, sino un proyecto de crecimiento. Debemos tener una economía más abierta al mundo, que pueda exportar y así sostener empleo y salarios reales más altos. No es voluntarismo lo que digo, hay posibilidad de construir una esperanza. Para empezar necesitamos un plan de estabilización que le de alivio a la sociedad. Si reducimos el gasto público, la sociedad no va a reaccionar mansamente, va a terminar mal.
Con lo que decís, pareciera que la solución no va a venir de Juntos por el Cambio.
Falta mucho aún, esto no sé si se va a mantener igual en agosto 2023. A medida que nos vayamos acercando, los guapos van a ser menos guapos. No estoy seguro que los halcones se vayan a comer a las palomas. Dejarse llamar palomas frente a los halcones es una ingenuidad.
Domingo Cavallo: "Es casi imposible imaginar a Massa lanzar un plan de estabilización"
Jaime Durán Barba me dijo hoy que en ningún país latinoamericano triunfa un modelo económico de ajuste. Si Juntos apuesta a esto va a perder frente al peronismo.
Firmo abajo de eso. Y te agregó una mejor figura: el zorro y el erizo. Ambos tienen virtudes y problemas. Son personalidades políticas.
Vos decías que parte del final de Alfonsín fue producido por Menem, pero cuando asume hace lo contrario de lo que dijo, aduciendo que si no nadie lo hubiera votado. Pareciera que lo que vos estás planteando es al revés.
Nadie le cree a Larreta que sea un halcón, no tiene ese temperamento afortunadamente. Lo mismo que Facundo Manes.
AO JL