Las ministras de Mujeres de Argentina y Brasil apoyaron a Thelma Fardin
Asumiendo una posición conjunta en el tema, Cida Gonçalves y Ayelén Mazzina destacaron que la denuncia de Fardin "animó a muchas niñas y mujeres a poder hablar y denunciar hechos de estas características".
Las ministras de las Mujeres de Brasil y Argentina, Cida Gonçalves y Ayelén Mazzina, junto a Themla Fardín y su abogada, Carla Junqueira. |
Télam
Las ministras de Mujeres de Brasil y Argentina, Cida Gonçalves y Ayelén Mazzina, expresaron de manera conjunta su respaldo ala actriz Thelma Fardin, después de que la justicia brasileña absolviera a Juan Darthés de las acusaciones de abuso sexual formuladas por la actriz cuando ella tenía 16 años y él 45.
El sábado 13 de mayo el 7º Tribunal Penal Federal de São Paulo (SP) dictó un fallo absolutorio a favor de Darthés, quien fue denunciado por Fardin como autor de una agresión sexual ocurrida en 2009 en Nicaragua en el marco de una gira del elenco de la novela "Patito feo". La absolución se debió a la falta de pruebas concretas de acceso carnal.
En un comunicado publicado en conjunto, Gonçalves y Mazzina resaltan que "son numerosos los casos en los que las denuncias contra el agresor se producen de forma tardía y/o no inmediata. Esto obedece al tiempo que tardan las víctimas en comprender los hechos pero también se debe a otras cuestiones vinculadas al silenciamiento, el miedo a ser culpadas, el aislamiento y, en ocasiones, a situaciones económicas o religiosas".
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En este contexto, subrayaron que "los delitos contra la integridad sexual a menudo ocurren en ausencia de testigos, aparte de la víctima y el agresor. Por lo tanto, el testimonio de la persona que ha sufrido una agresión sexual constituye una prueba fundamental de lo sucedido".
Por otro lado, destacaron que luego de la denuncia de Thelma Fardin contra Juan Darthés en noviembre de 2018 "tuvo un efecto multiplicador en las consultas por violencia de género" en Argentina. Por esto resaltaron "el coraje de Thelma Fardin para romper el silencio después de tantos años" ya que "animó a muchas niñas y mujeres a poder hablar y denunciar hechos de estas características".
"El hecho de que la violencia sexual contra Fardin se cometiera antes del cambio de la legislación brasileña, no impide la calificación del acto como delito de violación, en función de la palabra de la víctima y otros elementos que pueden estar contenidos en el expediente", señaló el comunicado.
No obstante, reconocieron que "lamentablemente, la movilización social contra el silencio y la impunidad en este tipo de casos se enfrenta a sistemas judiciales que no incorporan una perspectiva de género en su funcionamiento y que aún presentan bajos índices de persecución y enjuiciamiento tanto en Brasil como en Argentina y en la región en general".
Según datos de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) de Argentina, solo el 15,5% de las denuncias por delitos contra la integridad sexual culminan en sentencias condenatorias, mientras que en Brasil, la tasa de condena por violación sexual se estima en aproximadamente el 1%, según el Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA).
"Como representantes de Estados comprometidos con los derechos humanos de niñas, adolescentes y mujeres en todas sus diversidades, compartimos la preocupación por los altos niveles de impunidad y nos comprometemos a trabajar en conjunto para promover la inclusión de la perspectiva de género en todo el sistema judicial y facilitar el acceso a la justicia y la reparación, no solo para las víctimas, sino también para todas las mujeres y la sociedad en su conjunto", afirmaron las ministras de Género de ambos países.
También reafirmaron la necesidad de cumplir con la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, a fin de establecer procedimientos legales justos y efectivos para las mujeres que se encuentran en situaciones de violencia de género.
Por último, destacaron la importancia de promover estrategias de concienciación para desmantelar los prejuicios y estereotipos que afectan a las mujeres, a fin de que puedan desarrollarse en igualdad de oportunidades y derechos. Reconocieron que, más allá de las disposiciones legales, la eficacia de las leyes y políticas públicas contra la violencia de género está estrechamente ligada a la desarticulación de los valores patriarcales que socavan la igualdad entre los géneros.
