OPINIóN
Columna

Nuestra política no está a la altura de su tiempo

Venimos observando grandes diferencias con respecto a otros países para afrontar esta crisis. Vemos cómo la política nacional parece ir detrás de lo que ocurre, sin entender el mundo en el que estamos viviendo. 

alberto larreta kicillof 26062020
"Qué tiempos aquellos". ¿Se repetirá la foto entre Alberto Fernández, Larreta y Kicillof? (Archivo) | Cedoc

Desde el inicio de la pandemia, venimos observando las grandes diferencias de la Argentina con respecto a otros países para afrontar esta crisis global sin precedentes. Vemos cómo la política nacional parece ir detrás de lo que ocurre, sin entender el mundo en el que estamos viviendo. 

La gota que rebalsó el vaso fue la tristemente célebre escena que tuvimos que presenciar por parte de un diputado nacional y su pareja en plena sesión virtual de la Cámara. Si bien este hecho no es lo que me motiva a escribir, no quiero dejar de señalar que es un fiel reflejo de la forma en que muchos políticos ejercen sus cargos. 

En el caso del diputado Ameri, no se trata solo de una falta de respeto a la banca que ocupa y al pueblo que representa, sino también una falta de comprensión sobre lo que este tiempo histórico nos exige. Sesionamos desde nuestras provincias por fuerza mayor, pero debemos hacerlo con el mismo decoro, la misma ética y los mismos valores que cuando lo hacemos en el Recinto. 

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Negligencias comunicacionales

Fundamentalmente, creo que todo esto deja en evidencia un profundo desconocimiento de cómo funcionan hoy en día los flujos de información y las nuevas tecnologías. 

Tal como plantea el sociólogo español Manuel Castells, el avance de las redes sociales representa una oportunidad para el cambio social. Sin embargo, muchos funcionarios -a pesar de ser jóvenes de edad- continúan atados a la vieja lógica de la política, ignorando el poder que tienen estos nuevos medios a través de los cuales la ciudadanía se expresa, participa y ejercita la democracia de una forma mucho más directa. 

Por ejemplo, en mi provincia, el oficialismo pretende seguir aplicando la antigua modalidad de comprar la voluntad de los medios de comunicación, como ocurría hace diez años atrás cuando el gobierno negociaba con los diarios, canales y radios y manejaba a su gusto el canal público. 

Desiguales ante la Red

Hoy en día, el uso masivo de las redes sociales permite escuchar todas las voces y transmite la información de forma inmediata, por lo que ya no se puede manipular tan fácilmente a la opinión pública. La política argentina parece ajena a todo esto y así se va alejando también de la realidad social, perdiendo todo tipo de sensibilidad. Y lo que terminan pidiendo es cyberpatrullaje, control de los portales y redes, además de dejar abierta la posibilidad de censurar o castigar al periodismo.

Ante este panorama, el principal problema que emerge no tiene que ver con la comunicación, sino con toda una concepción a partir de la cual se plantan los políticos para accionar ante la coyuntura. Más aún, teniendo en cuenta una realidad tan compleja como la actual. 

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Si no logramos estar ubicados en tiempo y espacio, ¿cómo vamos a proyectar políticas de Estado para mejorar las posibilidades de desarrollo de toda la sociedad? ¿Cómo vamos a llegar a los jóvenes, o millennials, a quienes les hemos demostrado estar por lo menos dos décadas atrás de lo que ellos demandan? 

Ya no hay tiempo que perder: es hora de que la política despierte, se ponga en sintonía y comience a estar a la altura de su tiempo. 

 

 

* Clara Vega. Senadora Nacional La Rioja, Bloqué Mediar Argentina.