Es altamente probable que muchas organizaciones no hayan alcanzado los objetivos comerciales durante el 2020, la pandemia no estaba en nuestros planes y eso nos tomó con la guardia baja. Llegamos al final con mucho estrés, pero con la seguridad de haberlo entregado todo. Hemos sobrevolado la tormenta y eso nos ha fortalecido.
Cómo líderes ya vislumbramos que el 2021 aún no está claro ni sabemos cómo seguirán las cosas. Sin embargo, tenemos la responsabilidad de pensar qué podemos hacer de manera diferente para que nuestra organización se diferencie en un mercado complejo.
Muchos desafíos están por delante este año, pero uno de ellos es crítico, motivar a las personas. Estamos obligados a pensar cómo podemos motivar a nuestros equipos para que mantengan la moral elevada en un contexto de incertidumbre.
La motivación es un tema complejo cuando lideramos a la distancia o dentro de un modelo híbrido. Debemos comprender a las personas, entenderlas y demostrarles de manera sincera cuánto nos importan.
¿Cómo se logra? Comparto algunas líneas de trabajo:
- Ejercitar en una comunicación positiva y dedicar más tiempo a conversar sobre aspectos de la vida cotidiana. Es importante aumentar las conexiones personales y preguntarle a las personas cómo están, cómo están sus seres queridos y en qué podemos ayudarlos.
- Promover la inclusión y la colaboración. Demostrar que tenemos capacidad de escucha y que sus aportes son interesantes. Esto hace que las personas sientan que son parte de una cultura colaborativa y eso marca la diferencia.
- Cambiar nuestro mindset. Eliminar los sesgos y aceptar las propuestas innovadoras que surgen del equipo. Tener más preguntas que respuestas logra que las personas se involucren al máximo.
- Fomentar las relaciones sanas entre las personas y lograr dentro de lo posible que todos se lleven bien. Esto mejora el ánimo y la productividad.
- Conocer la raíz motivacional de cada persona es una clave determinante para lograr resultados extraordinarios. Por lo tanto, es importante tratar de determinar qué es lo que las motiva, mantenerse siempre conectado con ellas y no dejar de recargar las baterías individuales ni un solo día.
Todo esto puede parecernos que son pequeñas cosas, sin embargo, combinadas potencian la motivación de las personas y nuestra eficacia como líderes sin negar las dificultades y la incertidumbre que reina en la actualidad, pero sin perder de foco la tarea diaria de escuchar, comprender y abrir el juego.
Como líder de un negocio, es fundamental sostener el impulso y mantener vivo el espíritu de las personas, no siempre se trata de dinero. Ellas a menudo se impulsan internamente cuando sienten que son queridas y respetadas, primero como personas y luego por sus contribuciones a los resultados. Con esta guía, puede lograr que su gestión sea exitosa y avanzar hacia sus objetivos. Hágalos parte del juego y ganará el juego.
* Entrenador de negocios y coach certificado por el John Maxwell Team EEUU
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