Garantizar la continuidad pedagógica es el reto. Se habla mucho de la enseñanza de manera virtual. Sin embargo, los grandes interrogantes son cómo enseñar de manera virtual cuando hay miles de chicos que no poseen dispositivos móviles o conectividad, y cómo trabajar con aquellos alumnos que tienen necesidades especiales.
Tenemos que diferenciar lo que ideal de lo que es real; lo que podría ser de lo que es.
Sumado a lo planteado, en este nuevo escenario de aprendizaje virtual, vamos a necesitar adultos que administren y gestionen el uso de plataformas o aulas virtuales de los más chicos. Pasar del colegio a estudiar en casa, ya es de por sí un cambio importante. Ahora, además, van a necesitar aprender a utilizar dispositivos para un uso distinto (no es lo mismo usar una Tablet para jugar que para aprender), van a necesitar manejar sus tiempos, organizarse, planificar y estar concentrados, entra otras habilidades, sin la indicación del docente. Es decir, van a tener que desarrollar la autonomía. Esto significa que deberán desarrollar la capacidad que les permita gestionar y regular sus propios aprendizajes.
Para aprender en entornos digitales, los chicos van a necesitar crear un entorno de aprendizaje idóneo para ellos mismos. Tal vez la novedad, es que ahora más que nunca, van a necesitar hacerse cargo de su trayectoria académica. Las habilidades que se ponen en juego son el manejo eficaz del tiempo, la planificación, la organización, la colaboración, el pedir ayuda, entre otras. ¿Están preparados los chicos para hacer en casa lo que muchas veces no pueden hacer en la escuela en un aula tradicional?
Para los padres que trabajan, y que ahora deban hacerlo desde sus hogares, tener que ayudar a los chicos a mantener el ritmo de aprendizaje y no retrasarse, a la vez de no perder el suyo, va a representar otro desafío.
Esto a la vez implica una oportunidad. Padres que por lo general no pueden acompañar demasiado a los chicos durante el año, van a tener la oportunidad de ver cómo aprenden, qué necesidades tienen, qué los frustra, qué los mantiene motivados, y actuar, dentro de sus posibilidades, en concordancia.
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Para los más chiquitos, ver a sus docentes narrarles cuentos y mostrarles imágenes, o hacerlos jugar o bailar desde una pantalla, puede ser algo novedoso, pero sostener el vínculo sin duda será muy importante. Acá, cuidado en no sobrepasar las horas indicadas de pantalla para cada edad.
Como en cada situación de cambio, la comunicación es vital. Tanto padres como alumnos deben estar familiarizados con la nueva modalidad de aprendizaje, sea cual fuera.
Generar canales de comunicación entre casa y el colegio para consultas es clave. Por eso, que los docentes estén conectados a una plataforma, o al menos por Whatsapp o redes sociales, en momentos determinados, será clave para el acompañamiento de tanto padres como alumnos.
Con la gran proliferación de plataformas digitales que se ofrecen hoy, es importante recordar que muchos de los recursos que podemos utilizar son gratuitos.
Con varios hermanos en casa, y tal vez algún padre necesitando usar la única computadora en casa, necesitamos diferenciar lo que el e-learning sincrónico del asincrónico.
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En estos casos, el el e-learning asincrónico resulta estratégico. Significa que, a través de una plataforma virtual, los alumnos pueden recibir cualquier tipo de aprendizaje a través de internet. El aprendizaje es activo, está disponible las 24 horas, se adapta al ritmo de aprendizaje de los alumnos, y tiene recursos ilimitados.
El e-learning sincrónico es una modalidad de aprendizaje en que el docente y el alumno se escuchan, se leen y/o se ven en el mismo momento, independiente de que se encuentren en espacios físicos diferentes. Esto permite que la interacción se realice en tiempo real, como en una clase presencial.
Por su parte, el e-learning asincrónico es una modalidad de aprendizaje en que el docente y el alumno interactúan en espacios y momentos distintos. Esto permite al alumno, a través de documentación, material y actividades en línea, desarrollar su propio proceso de aprendizaje; es decir que, bajo esta modalidad, el alumno es autónomo, es quién planifica su ritmo y su tiempo de dedicación al estudio y a la participación en tareas o actividades individuales o en grupo, sin necesidad de estar en conexión directa con el o los docentes y los otros alumnos.
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La tecnología hoy es, en la mayoría de los casos, absolutamente intuitiva. Es decir que nos va llevando de una manera natural. Sin embargo, aún los docentes más experimentados pueden sentirse abrumados frente a este cambio radical en la enseñanza, si nunca lo utilizaron.
El aprender, desaprender y reaprender toman un nuevo significado. Las nuevas tecnologías nos proveen de oportunidades inigualables para que enseñar y aprender tomen una nueva dimensión. La tecnología nos abre la puerta a un universo ilimitado de contenido. La gran pregunta que tal vez debiéramos hacernos es si estamos todos preparados…