Este año el lema elegido por la Organización de Naciones Unidas para el 8 de junio, Día Mundial del Océano, es: “Planeta Océano: Las mareas están cambiando”.
Desde la antigüedad llamamos a nuestro planeta Tierra. Somos una especie que evolucionó para desarrollar su vida sobre suelo firme y no en el agua, pues no tenemos branquias ni somos buceadores naturales como los mamíferos marinos.
Hoy sabemos que más del 70% de la superficie de nuestra casa común es océano, un gran cinturón transportador de agua distribuye calor alrededor del globo, nuestro planeta, al que también podríamos llamar Océano.
El océano es el principal proveedor de oxígeno para la vida, la principal fuente de proteína para una importante fracción de la población mundial, como también un histórico espacio de transporte y comunicación entre continentes y culturas.
Asimismo, es la principal fuente de agua para la formación de nubes, que luego irrigan la tierra con lluvias. Después de alimentarse en el mar las aves marinas traen a la tierra el fósforo, uno de los principales elementos químicos en los ciclos de vida, fundamental para el ADN, entre otras biomoléculas.
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La sobrepesca, el cambio climático y la contaminación son los flagelos más relevantes que enfrenta actualmente el océano y sus mares. Son fenómenos que ocasionan diversas consecuencias, como agotamiento de recursos, pérdida de biodiversidad o derretimiento de glaciares, entre otros sucesos.
Son causados directa o indirectamente por nuestra especie a través de la pesca ilegal, no declarada y no regulada, como así también la quema de combustibles fósiles y la ineficaz gestión de los residuos, en connivencia con consumos desmedidos que generan desproporcionadas cantidades de residuos.
Pero las mareas están cambiando. La Conferencia sobre la Diversidad Biológica (COP15), cumbre celebrada en Montreal en diciembre pasado, logró el compromiso para alcanzar un 30 % de áreas protegidas respecto de la superficie planetaria, tanto terrestres como marítimas, para el año 2030.
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El proyecto de una ambición ecológica sin precedentes también incluye metas para reducir la extinción de especies amenazadas para el año 2050. Para su implementación, se pretende alcanzar un presupuesto anual de 200 000 millones de euros de fuentes públicas y privadas.
Desde el año 2017 la Universidad de Belgrano, a través de su carrera de Biología, junto con las ONGs belgas Mundus maris y Terra curanda, celebra anualmente jornadas académicas abiertas al público en la semana del 8 de junio. Las mismas cuentan con invitados especiales, quienes comparten su conocimiento y experiencias, y dialogan con una audiencia interesada en profundizar sus saberes sobre el océano y su mundo marino.
Estos eventos académicos crean conciencia sobre nuestro lugar en el universo, esforzándose por dar al océano, mayor ecosistema del planeta, el lugar que merece. De interés científico, estas jornadas académicas cuentan desde sus inicios con el apoyo de la Asociación de Profesionales de la Biología de la Ciudad de Buenos Aires.
Y este año contaremos con la visita especial de la Dra. Stella Williams, vicepresidente de Mundus maris y prestigiosa académica de Nigeria, quien ha recibido importantes reconocimientos internacionales. Luego de brindar conferencias en universidades de los Estados Unidos, nos visitará en Argentina, para ser la protagonista este año.
Planeta océano es uno solo. Y cuidar el océano es una urgencia moral para proteger la humanidad y el planeta todo.
*Profesor Titular de la materia Recursos Marinos de la Lic. en Ciencias Biológicas de la Universidad de Belgrano
