Esta semana inició el juicio oral por la Masacre de San Miguel del Monte, ocurrida hace casi 4 años, en mayo de 2019. Los 12 jurados populares escucharán las declaraciones de 33 testigos y definirán si los cuatro efectivos bonaerenses acusados son condenados o absueltos por los homicidios de cuatro jóvenes de entre 13 y 22 años.
El proceso judicial se realiza desde este lunes en La Plata y constará de ocho audiencias en las que se definirá el destino de los cuatro oficiales acusados: Rubén García, Leonardo Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Ibáñez.
Los cuatro policías son señalados por "homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales calificado por el empleo de armas de fuego y violación de los deberes de funcionario público".
"Lo que pasó fue un acto atroz que dio inicio la noche del 19 de mayo del 2019. Eran chicos normales, que tenían cercanía entre ellos y habitualidad", manifestó al inicio del debate Mariano Sibuet, fiscal encargado de presentar los lineamientos de la acusación.
Al recordar el día del fallecimiento de Aníbal Suárez, de 22 años, Gonzalo Domínguez, de 14 años, Danilo Sansone y Camila López, ambos de 13 años, el fiscal sostuvo que la vida de los jóvenes se perdió por una "acción criminal" de parte de los oficiales acusados.
"Al verse rodeados, los chicos, con uno de ellos gritando de dolor por el impacto que había tenido, el terror, la angustia y el miedo se apoderó de ellos. Por eso quisieron salir de ahí por la ruta 3. Ambos móviles los persiguieron a alta velocidad", explicó con respecto a la noche donde las víctimas viajaban en un Fiat 147 y comenzaron a ser perseguidos.
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En este sentido, amplió: "Durante el último tramo, García se asomó por la ventanilla y disparó cuatro veces más contra el auto. La cantidad de disparos de arma de fuego y la velocidad hicieron que el auto perdiera el control. Como consecuencia directa, murieron cuatro de ellos".
"¿Vamos a permitir justificar la perdida de estos chicos por una acción criminal?", cuestionó Sibuet y agregó: "Les voy a pedir que emitan un dictamen justo para hacer honor a la justicia, para que aquellos responsables de estos homicidios respondan por la acción criminal que hicieron".
A la par del fiscal también se encuentran trabajando los representantes de los particulares damnificados: Dora Bernárdez, abogada de las familias Domínguez y Suárez, y Margarita Jarque, miembro de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) que acompañará a las familias López y Sansone.
Tras las palabras del fiscal, habló Bárbara Juárez, representante del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), quien afirmó que "las pruebas les van a demostrar que todos son autores del asesinato" y "no solamente los que disparaban".
"Las pruebas van a demostrar que para García y Monreal disparen, necesitaban que sus choferes los pusieran en posición de tiro. Esto no es un juicio contra la institución policial. Son cuatro policías que cometieron un crimen gravísimo", manifestó.
El juicio oral continuó este martes 9 de mayo, ocasión en la que el proceso se centrará en las declaraciones de los padres de las víctimas. El Tribunal Oral N°6, de La Plata luego juzgará a otros 18 policías acusados de encubrimiento cuyas acusaciones no fueron incluidas en el debate actual.
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Dichos efectivos fueron señalados por borrar pruebas de lo ocurrido con el objetivo de ocultar la masacre y hacer pasar el hecho como un accidente de tránsito en el que el vehículo de los jóvenes se había estrellado contra un acoplado.
Rocío Quagliarello, la única sobreviviente
La masacre de San Miguel del Monte dejó una única sobreviviente, Rocío Quagliarello, quien estuvo presente durante la primera jornada del juicio y rompió en llanto tras escuchar la declaración del fiscal y observar una vez más la foto de sus amigos fallecidos.
De todas formas, se determinó que, en principio, la joven no declarará de forma presencial durante el juicio, sino que aportará su testimonio a través del sistema de Cámara Gesell y el mismo será grabado en video para luego ser reproducido en el debate.
En su momento, dos meses después de la tragedia y tras ser dada de alta, la adolescente aseguró en diálogo con Telenoche que "se acordaba de cosas importantes para la causa" y reafirmó: "No tengo miedo a declarar". "Siempre nos encontrábamos en la plaza y salíamos a dar vueltas, a pasear", relató sobre la relación con sus amigos.
Al respecto de la noche de la masacre, expresó: "Cuando me desperté no me acordaba de nada, me lo contaron unos días antes de venir a Monte, pero mientras estaba internada no sabía. (Nunca pensé) que la Policía podía hacernos daño. Confiábamos en ellos, no teníamos miedo".
AS/ff