Jorge Ríos, el jubilado que en julio de 2020 mató a uno de los cinco delincuentes que entraron a robar en su casa en Quilmes hace tres años, caso por el cual fue sobreseído por la Justicia, volvió a ser víctima de la inseguridad durante el fin de semana largo.
En esta ocasión, que tuvo lugar en la madrugada del domingo 20, un ladrón quiso arrancar los caños del medidor de gas que está ubicado sobre la vereda de la vivienda del herrero jubilado. La secuencia quedó registrada por una cámara de seguridad y fue Gabriela Ríos, hija de la víctima, quien se encargó de viralizar las imágenes en redes sociales.
De todas formas, el delincuente no logró cumplir con su cometido ya que los gritos del jubilado y su sobrino, quien vive con él desde la trágica entradera de 2020, lograron exponerlo y hacer que este se fugara sin llevarse nada, aunque afectó la conexión del servicio.
"Mi casa está marcada, ahora estamos sin gas", lamentó Ríos, según la agencia Noticias Argentinas, y explicó: "La dinámica consiste en robar los caños, porque tienen cobre y bronce. Lo venden a 20 mil pesos el kilo".
Con respecto a su realidad actual, luego de haber sido sobreseído por asesinar a un delincuente del grupo que ingresó a su domicilio, expresó: "Ahora esto es un búnker, tuve que tomar mil precauciones. Estoy como en una prisión domiciliaria. Me arruinaron la vida pero me voy a tener que acostumbrar a vivir así".
"Don Jorge quedó muy afectado por el episodio anterior. Le robaron, lo torturaron y él luchó por su vida con un arma que tenía legítimamente. Él era portador legítimo. No quiso dispararles, lo hizo en defensa de su vida. No lo mataron de casualidad", añadió luego Fernando Soto, abogado del jubilado, en diálogo con Todo Noticias (TN).
"Legítima defensa": sobreseyeron al jubilado de Quilmes que mató a tiros a un ladrón
Asimismo, respaldando la postura de Ríos, el letrado sostuvo: "Todo indica que estaba marcado. Fueron directamente a la casa de Jorge, salteándose otros domicilios que estaban en el camino. Ahora él y su sobrino están sin gas. La dinámica consiste en robar los caños, porque tienen cobre y bronce. Lo venden a 20 mil pesos el kilo, según pude averiguar".
Entradera trágica
Fue el 17 de julio de 2020, entre las 4 y las 4:50 de la madrugada, cuando cinco delincuentes entraron a robar por tercera vez en la misma noche a la vivienda de Ríos. En esta ocasión, sorprendieron al jubilado mientras dormía, lo redujeron y lo golpearon con un destornillador, ocasionándole heridas en la mano derecha, antebrazo derecho y en la cabeza.
El intento de robo se vio frustrado ya que el jubilado sacó una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros y disparó varias veces, haciendo que los ladrones escapen de la propiedad. Sin embargo, uno de los asaltantes, identificado como Franco Martín “Piolo” Moreyra (26), no logró huir por uno de los disparos y cayó desplomado en el asfalto.
La secuencia quedó registrada por una cámara de seguridad y en dichas imágenes se ve cómo Ríos sale armado de su domicilio, alcanza al delincuente y se acerca a él pero no realiza un nuevo disparo, aunque algunos testigos declararan lo contrario.
De esta manera, el jubilado fue sobreseído por la Justicia, la cual consideró que actuó en "legítima defensa".
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