La búsqueda del submarino ARA San Juan dio un vuelco a partir del dato enviado desde Europa sobre la explosión que sufrió la nave el miércoles 15 de noviembre, horas después de haber dado el último contacto con las autoridades nacionales.
La triangulación de las mediciones de los hidrófonos operados en el Océano Atlántico norte y en el Índico por el organismo supranacional que supervisa las pruebas nucleares dieron los datos precisos del tiempo, distancia e intensidad de lo que definieron como un "evento violento, singular, anómalo, corto y no nuclear consistente con una explosión" ocurrida a las 10.51 del 15 de noviembre pasado, muy cerca del talud donde acaba la plataforma continental argentina.
Fue la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (OTPCE) quien confirmó que el submarino sufrió un evento cataclísmico mientras viajaba rumbo a Mar del Plata, a unas 30 millas náuticas al nor-noreste de su último punto de contacto radiofónico, a más de 400 kilómetros de la costa patagónica, frente al golfo San Jorge.
Los equipos que llegaron a escuchar el ruido están en la isla Ascención (británica, ubicada a mitad de camino entre América y África, a unos 2300 kilómetros de Recife) y en la isla Crozet, parte de un archipiélago subantártico francés situado al sur-sudeste de Sudáfrica, cerca en el meridiano de la isla de Madagascar y en una latitud coincidente con Puerto Deseado, en Santa Cruz.
El secretario ejecutivo de la organización, Lassina Zerbo, señaló: "Nuestra red hidroacústica detectó una señal inusual cerca de la última posición conocida del submarino argentino SanJuan.La señal de un evento impulsivo debajo del agua fue detectado 15 nov 13:51 GMT, Lat -46.12 °; Long: -59.69 °.Datos compartidos con autoridades argentinas".
La gestión. El vocero de la Armada, Enrique Balbi, confirmó hoy la detección de una explosión “no nuclear” en la zona. El dato coincidió con la información sobre una “anomalía acústica” que llegó ayer desde los Estados Unidos. La información fue provista por la OTPCE.
En ese organismo está, como representante, el embajador argentino en Austria, Rafael Grossi, un ”experto en temas de seguridad, desarme y no proliferación que ha representado a la República Argentina en todos los foros referidos a estos temas”, según indica su descripción en Cancillería.
Tal vez uno de los hombres que mejor conoce el sistema de organizaciones y tratados que regulan las armas nucleares en el mundo. Según pudo reconstruir PERFIL, Grossi fue quien pensó en los instrumentos de esta organización para dilucidar el caso del ARA San Juan. El argentino requirió la ayuda de su director ejecutivo, Lassina Zerbo, un diplomático de Burkina Faso que el embajador conoce personalmente desde hace años. Grossi se encontraba hoy en el CTBTO para servir de enlace con las autoridades argentinas a cargo del operativo internacional en el Atlántico Sur.