El ministro de Defensa, Jorge Taiana, celebró la incorporación de Argentina a los BRICS, una maniobra que podría implicar una nueva vía de financiamiento para modernizar la Defensa. Entre las deudas figura la compra de aviones caza, una negociación que el Gobierno encara con tres oferentes: Estados Unidos, China e India. Se trata de un pedido de larga data de la Fuerza Aérea para reemplazar los 25 Mirage en desuso, que fue postergado por motivos técnicos, financieros y geopolíticos.
En ese contexto, el Gobierno apura definiciones de cara a las elecciones, incluso en defensa, un área históricamente relegada pero de importancia estratégica. El ritmo lo marcó el Fondef, un fondo especial para destinar recursos presupuestarios a la Defensa que implicó tanto la reactivación de la industria militar local como las negociaciones por adquirir nuevos sistemas de armas.
"Argentina necesita recuperar la capacidad de aviones supersónicos y la capacidad submarina. Son dos inversiones muy grandes, estamos cerca de llegar a una definición. Tenemos que terminar de evaluar el panorama financiero", manifestó Taiana.
Desde la localidad santafesina de Fray Luis Beltrán, donde ofició la entrega de 3 millones y medio de municiones de alto calibre a las Fuerzas Armadas, el ministro de Defensa dio definiciones respecto a la necesidad de preparar la defensa argentina en el marco de un contexto internacional incierto y una creciente relevancia de los recursos naturales del Atlántico Sur.
Las opciones
El Gobierno evalúa no solo lo técnico sino cómo hacer para destinar parte del "sobreeexigido presupuesto" a una inversión en Defensa de cientos de millones de dólares (dependiendo de cada caso) que, además, deberá ser sostenida en el tiempo. Porque abarca no solamente el valor de los aviones sino un paquete que incluye sistema de armas, el alto costo de las horas de entrenamiento de los pilotos, repuestos y servicios, como también el inevitable alineamiento geopolítico con el vendedor.
"Tienen que tener un financiamiento adecuado a la Argentina, que no recaiga sobre un presupuesto sobreexigido con limitaciones", apuntó Taiana ante la pregunta de este medio.
En esa línea entran las posibilidades que abre cada oferente a un país con las cuentas del Banco Central en rojo, con sus ventajas y desventajas tanto técnicas como financieras. A diferencia de los seguros y eficientes aviones F16 de Estados Unidos, China ofrece posibilidad de financiamiento y cuotas para sus JF 17 Thunder de cuestionada eficacia, un dato no menor para el Gobierno que tiene como prioridad las condiciones de financiamiento para tomar una decisión.
Algo similar ocurre con India, que se sumó este año como el tercer postor y que cada vez cobra mayor protagonismo. El cuarto socio comercial de Argentina ofrece sus aviones supersónicos Tejas. Si bien su eficacia es prácticamente desconocida, la industria militar india es vista con buenos ojos a medida que avanza a pasos agigantados en tecnología, tal como demostró al convertirse en el cuarto país en pisar la luna esta semana.
Con la flamante incorporación de Argentina a los BRICS, el grupo de los países emergentes más poderosos del mundo, se abren nuevas perspectivas de financiamiento a través del Nuevo Banco de Desarrollo. Se trata de una opción alternativa para Argentina frente a los organismos de crédito bajo la órbita occidental, como el Fondo Monetario Internacional.
Desde Defensa, en tanto, podría consideraron que podría tratarse de una oportunidad para acceder a financiamiento que permita cerrar la compra de los aviones antes de fin de año. "Es una decisión que mereció mucho análisis de las distintas opciones, cada una con sus ventajas y desventajas. Es una capacidad que las FFAA deben retomar. La participación en los BRICS facilitará el financiamiento a través de la incorporación al Banco", cerró Taiana.
Sin embargo, se trata de una decisión que tendrá un costo para el estado argentino, considerando las implicancias geopolíticas que tiene una compra militar de esta envergadura en el marco de la competencia estratégica entre Estados Unidos y China, y la necesidad de contar con el apoyo del primero en las negociaciones con el FMI y otros organismos de crédito bajo órbita occidental.