El año de los mega-festejos kirchneristas

El año 2010 fue, para el kirchnreismo, un año de festejos multitudinarios. A los impresionantes desfiles, recitales y shows del Bicentenario, se sumaron los preparados para el 9 de Julio, en Tucumán; en acto de la Juventud K en el Luna Park; la fiesta por el Día de la Soberanía Nacional en San Pedro, en su primer año como feriado nacional por decreto de la presidenta Cristina Fernández, y el mega recital en Plaza de Mayo por el día de la Democracia y los Derechos Humanos.

Los días de los impresionantes festejos por el Bicentenario superaron todas las expectativas en cuanto a participación: hubo millones de personas que circularon por la Plaza de Mayo y la 9 de Julio durante cinco días de recitales populares, desfiles, shows de alta tecnología, y hasta contó con la presencia de los presidentes de la región. La mandataria, incluso, protagonizó algunos cortocircuitos con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y no asistió a la gala de reapertura del Teatro Colón, pero se mostró contenta y respaldada ante la masiva participación ciudadana de los festejos.

El impulso de los festejos a todo trapo continuaron a lo largo del año del Bicentenario. Así, se mostró eufórica en los festejos del 9 de Julio en Tucumán, junto a su marido Néstor Kirchner y el gobernador K José Alperovich. Se puso una boina de un ex combatiente de Malvinas que se acercó al palco oficial durante el multitudinario desfile cívico militar, comió empanadas de algunas campeonas nacionales de esta comida típica, y hasta se animó a tocar el bombo al ritmo de las palmas de Kirchner.

Luego vino el evento de las juventudes kirchneristas en el Luna Park,  ante una multitud de jóvenes militantes, la franja etária que más se acercó a los K en este último tiempo. Y allí la Presidenta dio un apasionado discurso en el que criticó con dureza a los opositores al asegurar que la "corren con pavadas" y que ello "es porque no tienen argumentos políticos valederos para discutir". Kirchner, como espectador, asistió a pocas horas de haber sido operado de una angioplastía, un gesto que pareció querer mostrar que estaba fuerte, pero que gestó las más diversas opiniones de especialistas sobre su salud debilitada.

El 20 de noviembre, ante centenares de personas, la presidenta Cristina Fernández encabezó en la localidad bonaerense de San Pedro el acto oficial por el Día de la Soberanía y entre emotivos cañoñazos descubrió un monumento a los caídos en la histórica batalla de la Vuelta de Obligado en que las tropas argentinas derrotaron a la flota del imperio británico y de Francia. Un acto también cargado de simbolismo: acababa de convertir por decreto en feriado la fecha conmemorativa. Un acto que también contó con algunos artistas cuya imagen está ligada al kirchnerismo, y que suelen dar recitales en los actos públicos organizados por el gobierno, como Teresa Parodi.

Hace pocos días, el domingo 12 de diciembre, una multitud, en su mayoría simpatizantes oficialistas, participaron del megarecital K en la Plaza de Mayo, organizado por el Día Internacional de los Derechos Humanos y el tercer año de gestión de Cristina. La agrupación de Máximo Kirchner, La Cámpora, ocupó el centro de la plaza con sus militantes y banderas, mientras artistas como León Gieco, Teresa Parodi, Ignacio Copani, Vicentico, Charly García y Calle 13 generaban las mayores expectativas y ovaciones. Fue el último show kirchnerista del año y, tal como reveló Perfil.com, tuvo un costo de $2.558.535,23.