La carta que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner publicó el 27 de octubre generó diversas reacciones tanto en el Gobierno como en la oposición. Y dentro del Frente de Todos, con el correr de los días hubo movimientos importantes: La salida de María Eugenia Bielsa del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat; funcionarios como Martín Guzmán que salieron a tomar decisiones, y una agenda que se movió con otro dinamismo. La necesidad de acuerdos políticos y económicos y un fuerte tirón de orejas a dirigentes del Ejecutivo sirvieron como punto de inflexión.
"Funcionarios que no funcionan", escribió con evidente enojo por la parálisis de la gestión CFK. El golpe de efecto llegó esta tarde. Bielsa renunció a uno de los ministerios más importantes y en su lugar asumirá el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Las críticas a la santafesina no son nuevas, hace meses que su área no termina de arrancar. A tal punto que en septiembre la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU), que en la práctica se encargará de la urbanización de los barrios populares, dejó de estar bajo sus órdenes para desembarcar en el Ministerio de Desarrollo Social, con la conducción de Daniel Arroyo.
Uno de los que ya venían tomando medidas pero recibió un espaldarazo absoluto fue el ministro de Hacienda, Martín Guzmán. El 22 de octubre el dólar blue tocó su récord y terminó a 190 pesos. Con "guiños al mercado" mediante, la divisa comenzó a bajar y la brecha se acortó de manera sostenida. El 27 de octubre estuvo en $ 175,00 para la compra y $ 181,00 para la venta, 73,32% arriba del dólar oficial.
La noche del 27 Guzmán señaló: “Este resultado positivo es consecuencia del proceso persistente de normalización del mercado de deuda en pesos. Nos permite reducir la dependencia de la emisión monetaria para financiar el déficit fiscal que genera la pandemia y facilita el camino a la estabilización económica”. A un costo que los economistas cercanos al gobierno consideraron "altísimo", el dólar detuvo su marcha ascendente.
El 2 de noviembre, días después del pedido de Cristina Kirchner, recibió en su despacho a un selecto grupo de empresarios de la Asociación Empresaria Argentina (AEA). "El problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina. Nos guste o no nos guste, esa es la realidad y con ella se puede hacer cualquier cosa menos ignorarla", escribió la vice. En la reunión con los empresarios, Guzmán recibió pedidos por dos temas principales: cerrar lo antes posible un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la necesidad de que en la Argentina se alcancen consensos para lograr una salida a la crisis.
María Eugenia Bielsa: "En Guernica se hizo todo lo que se pudo hacer"
Entre los presentes estaban Paolo Rocca, de Organización Techint, y Héctor Magnetto, de Grupo Clarín. Sobre este último, desde Casa Rosada confiaron a PERFIL que de a poco "la relación" va tomando caminos más civilizados. "Puede haber diferencia de visiones, sin ninguna duda. El punto es que hoy la conducción la tenemos nosotros. Importa mucho el diálogo, ayuda mucho el diálogo. Tomado la responsabilidad de aceptar que quien gobierna somos nosotros", dijo Guzmán a las pocas horas, entrevistado por Víctor Hugo Morales.
Entre las cuestiones económicas a resolver, el lunes desde Hacienda informaron la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que el jueves tendrá dictamen de la Comisión Bicameral Mixta de Movilidad Previsional. La sesión será llevada adelante por Marcelo Casaretto (Frente de Todos), quien confirmó a PERFIL que habrá un dictamen por parte del Frente de Todos pero que Juntos por el Cambio ya alertó que hará uno en minoría. El martes, 24 horas después de haber anunciado el marco jubilatorio, Guzmán recibió al equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y comenzó a negociar un programa de facultades extendidas. Hoy se conoció la renuncia de Bielsa. Llega Ferraresi, un intendente de probada lealtad hacia la figura de Cristina. Pasaron 15 días desde que la titular del Senado buscó "despertar" a la gestión. El golpe de efecto se sintió.