En Casa Rosada hubo coincidencia entre los (muchos) funcionarios dedicados al marketing y la comunicación política. Aseguran que Cristina Kirchner copió la estética del PRO en el acto de Arsenal. Ablandó sus formas, con el objetivo de ampliar su base de votantes: o sea, aplicó el tip que suele dar el asesor Jaime Duran Barba. Previsiblemente, los macristas afirman que la ex presidenta fracasó en su objetivo, al forzar un estilo que no le sale naturalmente. Pese a esa evaluación negativa, en el gobierno bonaerense quieren evitar un enfrentamiento directo entre María Eugenia Vidal y Cristina Kirchner.
“Hubo poca sintonía. Al público sólo le interesaba que ella definiera su candidatura. Ella tenía un discurso combativo. Y el decorado quería transmitir cercanía”, analiza un asesor presidencial. “Quedó raro, ellos no son eso”, agrega un estratega de campaña PRO. “Está bien que se aggiornen un poco”, concluye en sorna un ministro de Vidal.
La puesta en escena de la cancha de Arsenal, en la que Cristina Kirchner se probó el vestido de candidata a senadora o diputada, tomó por sorpresa a la tropa macrista. Y si bien el oficialismo plantea que la postulación de CFK no cambiaría la hoja de ruta PRO, lo cierto es que el macrismo empieza a tomar ciertos recaudos. Sobre todo ante el posible desdibujamiento, todavía más sugerido que vuelto un hecho, de las otras dos ramas peronistas: el espacio de Florencio Randazzo y el de Sergio Massa, en sociedad con Margarita Stolbizer.
Cerca de la gobernadora, que ayer estuvo en la Quinta de Olivos para definir el cierre de listas y candidatos, no prevén una confrontación explícita con Cristina Kirchner. “No es nuestro estilo”, afirma uno de los encargados de la campaña en la Provincia. Así fue como Vidal optó por el silencio ante el dardo de la ex presidenta desde el escenario bajo de Arsenal. “Podrás tener coaching, te podrán guionar los discursos, podrás poner carita de buena, pero esta es la realidad que tenemos que encarar”, le había dedicado CFK sin mencionarla.
En lugar de polarizar con el espacio kirchnerista, el Gobierno aspira a que el voto opositor se reparta entre las distintas fuerzas bonaerenses. Para eso, machacarán con una distinción más genérica entre pasado y futuro. En los manuales y bajadas de línea para los militantes de Cambiemos, figuran dos conceptos centrales: “De dónde venimos, el reordenamiento económico” y “Dónde estamos, el inicio de la recuperación”.
De la mano de Vidal y Mauricio Macri, por ahí pasará el discurso de los candidatos Esteban Bullrich y Graciela Ocaña.