Mientras respondía a las preguntas de los periodistas en una sala de la sede porteña de la Casa de la Provincia de Buenos Aires, el ministro de Salud bonaerense Alejandro Collia se dio cuenta que faltaba su maletín, que minutos antes había dejado en uno de los sillones de la habitación. Adentro había una computadora portátil y su billetera con algunos billetes y tarjetas.
Entonces vino el desconcierto: ninguno de los periodistas que estaban en el lugar, ni sus responsables de prensa y ceremonial, ni los que cuidan el lugar se dieron cuenta de cómo y en qué momento el maletín desapareció.
Pero las conjeturas indican que la responsable del robo habría sido una joven que había participado de la conferencia abierta como periodista de una supuesta revista de salud, pero que se retiró a las apuradas cuando la conferencia aun no había terminado.
Periodistas que estuvieron en la conferencia, además del encargado de prensa del Ministro, coincidieron en esta versión. Según destacaron, esta joven era la única desconocida entre los periodistas que asistieron, se fue antes poniendo como pretexto que su fotógrafo se había ido, y salió casi corriendo.
Pero en ese momento, nadie sospechó ni se percató del incidente, hasta unos 10 minutos después, cuando, mientras hablaba de la gripe, la ley de prepagas y sobre la fertilización, descubrió que su maletín había desaparecido.