Desde los comentarios suspicaces que abundan en los pasillos de Comodoro Py, a una causa contra Ricardo Lorenzetti por “truchar” (supuestamente) los sorteos judiciales. Si bien no es la única investigación que pone la lupa sobre el sistema usado para asignar causas a los jueces, la denuncia le apunta directamente al presidente de la Corte Suprema. Y junto a él, a sus viejos compañeros de ruta: Juan Carlos Maqueda y Elena Highton de Nolasco. Los acusan de haber digitado un resultado, con el objetivo de controlar la dirección que realiza las escuchas telefónicas.
Empujada por el fiscal Federico Delgado, la investigación cuestiona el sorteo que hace más de dos años puso al juez Martín Irurzun a cargo de las pinchaduras legales. Presidente de la Cámara Federal, Irurzun es un importante aliado interno de Lorenzetti. Y todavía está al frente de esa área, históricamente vinculada a la ex SIDE.
Recién llegado a la Casa Rosada, Mauricio Macri firmó un decreto que establecía la mudanza de la Dirección de Captación de Comunicaciones: desde la Procuración General (Cristina Kirchner había concretado el traspaso en 2015, tras su pelea con la vieja guardia de los servicios de inteligencia) hacia la órbita de la Corte Suprema. Así, a partir de esa decisión de Macri, empezaba el proceso de desgaste político de la ex procuradora Alejandra Gils Carbó.
El decreto también indicaba que el puesto de director de Captación de Comunicaciones debía sortearse entre jueces penales con rango de camarista. El nombre de Irurzun, sin embargo, empezó a circular unos días antes de que se conociera el resultado. El 13 de febrero de 2016, antes de que se realizara el sorteo, PERFIL publicó que Irurzun era el favorito de la Corte para quedarse con esa dirección. Una oficina en la que el camarista todavía se desempeña de forma part-time: si bien el plazo inicial del mandato era de un año, Macri lo extendería por decreto a cuatro, en un gesto de respaldo a la Corte. “Fue casualidad”, afirmó por entonces Highton de Nolasco a este diario.
En los meses siguientes, el festival de conversaciones filtradas a la prensa potenciaría las sospechas y denuncias alrededor de la designación de Irurzun. La investigación actualmente en marcha, por supuesta “falsedad ideológica” de Lorenzetti y los otros dos supremos, se basa en una presentación que hizo el ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia Oscar Parrilli.
El juez que la lleva adelante es Rodolfo Canicoba Corral. Habitante de Comodoro Py desde los tiempos de Carlos Menem, el juez convive tensamente con el macrismo. Pese a haber integrado la lista negra PRO de los funcionarios judiciales, Canicoba Corral parece haberse puesto a salvo. O al menos ya no encabeza el pelotón de jueces y fiscales sospechados o en capilla. Su sobreseimiento exprés del actual jefe de la AFI, Gustavo Arribas (acusado de haber recibido coimas en el escándalo del Lava Jato), lo ayudó para salir de la zona de riesgo.
Por pedido del fiscal Delgado, el juez avanzó con algunas medidas en los últimos días. Citó como testigos a periodistas y empleados judiciales. Casi un paria dentro de la gran familia judicial, Delgado busca resolver el misterio del sorteo de Irurzun.
Filtraciones
- El 15 de febrero de 2016, las escuchas quedaron a cargo de la Corte Suprema de Justicia, tras remover esa dependencia a la Procuración General de la Nación por orden presidencial.
- Irurzun quedó expuesto cuando se filtraron audios de Cristina Kirchner y Oscar Parrilli: “Me calienta mucho que seas tan pelotudo”, dice el último que se filtró.
- Aquellos audios se originaron mientras Parrilli investigaba a Ibar Pérez Corradi, quien permanecía prófugo.