"No voy a permitir que el señor Aníbal Fernández me acuse de xenófobo", disparó Mauricio Macri en conferencia de prensa para repudiar la decisión del Gobierno nacional de no enviar efectivos de la Policía Federal a Villa Soldati en el medio del conflicto habitacional en la zona y que ya dejó tres muertos.
Macri se había quejado de la "inmigración descontrolada", lo que ayer desencadenó numerosas críticas e incluso le valió una comparación con nazismo.
Hoy, el jefe de Gobierno porteño aclaró: "Lo que nosotros hacemos es criticar la mentira de decirles a los hermanos latinoamericanos que tenemos soluciones para ellos", afirmó y polemizó con el jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández.
"No discrimine: el sur también existe", agregó el jefe de Gobierno porteño para criticar la medida. "No es el momento de intentar sacarse la responsabilidad de encima", insistió Macri quien sostuvo que "hoy la principal responsabilidad es del Gobierno nacional. La ciudad está para apoyar".
Aníbal Fernández había declarado que "ni loco estamos dispuestos a dejar ciudad desprotegida para proceder una medida de imposible cumplimiento”, lo que desató la queja de Macri.
De todos modos, el mandatario porteño afirmó: "Vamos a destinar todos los recursos operativos disponibles para transmitir esa tranquilidad que necesitan los vecinos de Soldati y de Lugano". Y prometió "extremar el diálogo, para encontrar alguna lógica para contestar a la desafortunada conferencia de prensa del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el desafortunado mensaje del gobierno nacional".
Por su parte, el ministro de Justicia porteño, Guillermo Montenegro, negó vínculos del gobierno de la Ciudad con el "tirador de Soldati", Julio Capella, que declaró hoy ante la Justicia luego de haber sido retratado por los medios en los incidentes de ayer. "No lo conocemos y estamos investigando", sostuvo el funcionario.