En una nueva sesión virtual, el Senado pareció dejar atrás la forzada concordia que mostraron el oficialismo y la oposición en el inicio de la cuarentena y volvieron a los cruces.
En la reunión del último jueves, Juntos por el Cambio aportó los votos para aprobar de manera unánime la modificación de la Ley de Educación para habilitar la modalidad a distancia en todos los niveles pero se “desconectó” al momento de tratar la Ley de Alquileres y la suspensión de las inscripciones de Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS).
Así, repitió una estrategia que ya había llevado adelante la semana anterior con dos objetivos: mostrar su descontento por la inclusión de temas que no forman parte de la agenda del coronavirus y que, por lo tanto, no formaban parte del acuerdo inicial, y mostrar que se está reforzando un conglomerado de 29 senadores que podría hacer caer cualquier iniciativa que requiera del voto de dos tercios de los legisladores.
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“Esto es un llamado de atención para no violar las normas que nos damos y a tratar el resto de los asuntos que son relacionados al Covid en lugar de tratar la derogación de las SAS”, se quejó el senador porteño Martín Lousteau, y recibió varias respuestas de legisladores oficialistas como el chubutense Alfredo Luenzo que le advirtió que “no nos podemos ajustar solo a unas cuestiones, porque todos los temas están atravesados por esta situación de emergencia”.
El acuerdo entre el oficialismo y la oposición por el cual solo se tratarán temas ligados al Covid durante las sesiones virtuales expira en poco más de 15 días, por lo que probablemente vuelvan a discutirse las condiciones de las reuniones a distancia que no tienen perspectiva de ser abandonadas por el momento.
La Ley de Alquileres ya había generado conflicto con la oposición pero el Frente de Todos logró que fuera aprobada por 41 votos a favor y fija modificaciones en los contratos como la posibilidad de renovación cada tres años, impone un índice de ajuste y permite aumentos anuales. En tanto, el oficialismo también logró dar media sanción al texto que frena las SAS por 180 días con el argumento de que facilitan la evasión y maniobras fraudulentas como el lavado de dinero ya que tienen menores requisitos para ser inscriptas ante el fisco (ver aparte). El proyecto presentado por el neuquino Oscar Parrilli logró dar un primer paso en el freno a la creación de empresas en un día, que había sido auspiciada por el macrismo.
El ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia también presentó otro proyecto que ayer comenzó a transitar la ruta de las comisiones parlamentarias por el que el kirchnerismo busca investigar la deuda que tiene la empresa Vicentín con el Banco de la Nación. Mientras el oficialismo decide si avanza con la expropiación de la compañía en el Congreso impulsan una comisión bicameral que en principio se tomaría 180 días para ofrecer un primer informe.
