En una elección inesperada, la fórmula conformada por María Eugenia Vidal y Daniel Salvador resultaba al cierre de esta edición la más elegida para gobernar la provincia de Buenos Aires entre los 12.437.099 electores habilitados en este distrito. El binomio de Cambiemos obtenía el 39.89% de los votos contra el 34,9%% de la fórmula integrada por Aníbal Fernández y Martín Sabbatella (Frente para la Victoria) escrutadas el 56% de las mesas. El resultado, además de sorpresivo, representa un golpe durísimo para el peronismo, que pierde el poder en el distrito después de 28 años. Vidal obtuvo más sufragios que el propio Mauricio Macri (unos 300 mil al cierre de esta edición con el 70% escrutado) y nada menos que diez puntos más que en las PASO, capitalizando buena parte del voto peronista del precandidato del Frente para la Victoria Julián Domínguez. Signo de esto es que Felipe Solá, el candidato de UNA, quedó tercero (acumulaba el 19.2% de los votos) y mantuvo casi intacto los niveles de las PASO. La candidata de Cambiemos gobernará la Provincia luego de una larga hegemonía de ocho períodos consecutivos del Partido Justicialista. Y con triunfos clave en distritos impensados, le convierte en propicio el territorio bonaerense a Mauricio Macri a la espera del ballottage con Daniel Scioli.
Noche larga. Los primeros resultados se conocieron casi a la medianoche. El búnker de Cambiemos explotó cuando en la pantalla gigante se proyectó la diferencia de casi seis puntos en favor de Vidal, pese a que en el lugar ya circulaban datos recolectados de cientos de mesas testigo con los que podía vislumbrarse el resultado. La noche ya había comenzado complicada para el jefe de Gabinete. Desde varios municipios del Conurbano (muchos inesperados) y de otros del interior de la Provincia (bastante más previsibles) llegaban noticias de triunfos de candidatos de Cambiemos (ver aparte). Ya entrada la madrugada, y avanzado el escrutinio, se esperaba la palabra de Aníbal Fernández. Incluso se especuló sobre su paradero. PERFIL intentó comunicarse con el jefe de Gabinete pero tampoco obtuvo respuesta. Sus últimas palabras a la prensa habían sido al emitir su voto, en Quilmes, cerca de las 9.30 de la mañana. Allí denunció que la campaña en la Provincia fue “la más sucia de la historia”
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Su intimidad Tras ir a votar, escoltada por su marido, intendente electo de Morón, Ramiro Tagliaferro, pasó el día con sus hijos. En las últimas semanas la desvelaba que, salvo los fines de semana y, pocas veces, por la noche durante la semana, prácticamente pudo ver poco a sus tres hijos. Incluso, dejó de ver sus series preferidas en Netflix por falta de tiempo. Sin embargo, para la gobernadora electa, María Eugenia Vidal, la mayor preocupación era que Mauricio Macri llegue al ballotage. Ungida como candidata para sacar “25 puntos” y “no frenar a Macri” en la Provincia, esta joven politóloga de 42 años logró desbancar al peronismo de la gobernación. Por lo pronto, ya armó parte de su gabinete, que anunciará en los próximos días.
