Con un "ruidazo" comenzó este mediodía el Paro Internacional de Mujeres (PIM), una medida inédita a la que adhieren más de 40 países, que en Buenos Aires se propagó en las calles, oficinas, escuelas y en las cabeceras de las líneas del subte y estaciones del ferrocarril Sarmiento, donde las trabajadoras bajaron a las vías en Castelar.
Los bocinazos se comenzaron a escuchar poco después de las 12 por las calles de la Ciudad, donde en las puertas de los grandes edificios públicos empezaron a convocarse grupos de mujeres para dar inicio a un cese de actividades que se prolongará hasta las 15, en el marco de las reivindicaciones de género para marchar en el Día Internacional de la Mujer.
"Los pasajeros se acercan, saludan, levantan el pulgar y hasta sacan fotos. Nosotras, las trabajadoras, nos convocamos en las cabeceras de cada Línea del Subte para unirnos al paro de mujeres y por nuestras reivindiciaciones de género" detalló una delegada del servicio, según informó la agencia Télam.
La medida se sintió con fuerza primero en las estaciones Juan M. de Rosas (línea B), Congreso de Tucumán (línea D), San Pedrito (línea A), Las Heras (línea H), Constitución (línea C) y Plaza de los Virreyes (línea E), donde las trabajadoras desplegaron carteles con consignas vinculadas a las desigualdades sufridas por la condición de género.
En ese contexto, Amnistía Internacional Argentina denunció la falta de acciones concretas en el país para prevenir la violencia de género y advirtió que todos los días se vulneran derechos de las mujeres, al adherir a las actividades locales por el día de la mujer, que se conmemora hoy.
"Todos los días los derechos de las mujeres son vulnerados. En nuestro continente ocurren al menos 12 femicidios por día", advirtieron en un comunicado. Además, agregaron que tras las masivas marchas organizadas bajo el lema #NiUnaMenos, las Naciones Unidas visitaron el país y alertaron sobre la falta de acciones concretas para prevenir la violencia de género".
"El aborto legal no es implementado en todo el territorio nacional y su práctica ha sido sistemáticamente inaccesible para miles de mujeres, adolescentes y niñas, poniendo en riesgo su vida y su salud. Los obstáculos al aborto legal y la amenaza de criminalización empujan a las mujeres a acudir a abortos inseguros", completaron.
"La sociedad reclama un Estado presente. El interpelado por esta marcha es el Estado. El Estado no es parte del #NiUnaMenos, el Estado es el que tiene que trabajar para que los reclamos de las mujeres que marchamos se transformen en políticas públicas prioritarias y no solo limitadas a la violencia machista", manifestó Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, según consignó la agencia DyN.
"Violencia de género es no garantizar el acceso al aborto legal y seguro en todas las jurisdicciones del país, es no promover la paridad de género y la igualdad entre los géneros, es no implementar la ley de identidad de género y el acceso a la salud integral y respeto a la propia identidad, entre otras cosas", concluyó.