El vocero de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), el padre Jorge Oesterheld, reiteró que Francisco quien llegará el lunes a Chile en el marco de una visita de tres días, "sin dudas tiene ganas" de venir a la Argentina. El sacerdote argumentó sin embargo que el Papa, ante cada gira, "tiene en cuenta su agenda, su visión geopolítica y el proceso que está viviendo cada uno de los países".
Oesterheld descartó que Su Santidad esté "evitando" una visita a la Argentina y resaltó que está "esperando el momento", para lo cualestá analizando "su agenda, su visión geopolítica y el proceso que se va viviendo".
El portavoz de los obispos insistió en declaraciones a Radio 10 y Del Plata: "Cuando él (Francisco) vea que es conveniente venir, lo hará", según consignó la agencia Noticias Argentinas.
"Sin dudas que debe tener ganas de venir, porque se fue un día y él quiere mucho a este país y le gusta mucho estar acá. No es por falta de ganas. No debe ser nada fácil combinar sus ganas con la agenda impresionante que tiene y los procesos que se van viviendo en cada uno de los países", destacó el religioso. En ese marco, acotó: "No creo que haya que atribuirle ninguna intención oculta. Simplemente está buscando el momento".
Consultado sobre qué hace falta para que se produzca la visita del excardenal Jorge Bergoglio, Oesterheld planteó que se necesita "que él lo considere conveniente y necesario". Y amplió: "No es un hombre que esté esquivando las situaciones complicadas. Hay que encontrar el momento, lo va a encontrar, vendrá y seguramente será una visita con Uruguay".
Por otra parte, el cura se quejó de que "hay un abuso permanente y un manoseo de la figura del Papa", ante lo cual remarcó que el Santo Padre "habla a través de sus discursos, sus gestos".
La CEA cuestionó este miércoles, mediante un comunicado, a quienes "pretenden utilizar" al Sumo Pontífice "atribuyéndole posiciones imaginarias en función de sus propios intereses sectoriales".
"Nadie ha hablado ni puede hablar en nombre" de Francisco sostuvieron los obispos y cuestionaron que se identifique al Sumo Pontífice con "determinadas figuras políticas y sociales".
A través del texto titulado "Francisco, el Papa de todos", la comisión ejecutiva de la CEA señaló que la asociación de la máxima autoridad de la Iglesia a personajes del ámbito local "ha generado muchas confusiones y justificado lamentables tergiversaciones de su figura y sus palabras, que llegan incluso a la injuria y la difamación".