Cuando el lunes pasado, cerca del mediodía, Judith Goldstein recibió un llamado del gimnasio avisándole que tenía una bicicleta libre para su clase de spinning, jamás se imaginó como iba a terminar el día.
Armó la mochila y salió apurada de su casa para el gimnasio Orión, en Mendoza y Triunvirato. Tres horas más tarde, era rescatada por un grupo de bomberos y personal del Same, luego de que el edificio se le desplomara encima y ella, junto a 14 personas, quedaran atrapadas debajo de una montaña de escombros.
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