El yoga es una práctica anticristiana, o por lo menos así lo entendieron las autoridades de dos iglesias británicas que le prohibieron a una profesora que enseña esta disciplina dar clases para niños en las salas del templo.
Los religiosos argumentaron la decisión al señalar que los técnicas de meditación hindúes y budistas que se utilizan en la práctica del yoga "interfieren" en las agendas espirituales de las iglesias, según consignó el sitio español 20minutos.com.
Inmediatamente después de la veda, Louis Woodcock, la profesora de yoga que no podrá enseñar más sus conocimientos en de la iglesia baptista de Silver Street y la de la Iglesia de Inglaterra de St James en Taunton, Somerset, tildó a las explicaciones de los religiosos de “ridículas”
"Como cristianos, creemos que esta filosofía es falsa y no es algo que queramos promover", expresó el reverendo Tim Jones. Para Woodcock, las iglesias " malinterpretaron" el objetivo del yoga y sus representantes fueron, al momento de tomar la decisión, "estrechos de mente".