En la técnica de la negociación, el concepto de puerta giratoria alude a la determinación de mantener en suspenso la posibilidad de llegar a un acuerdo por parte de uno de los aparentes involucrados en lograrlo. A dos semanas de las PASO, ese es el punto donde parece estancado el diálogo entre Mauricio Macri y Alberto Fernández.
Es probable que hasta el 27 de octubre sea una situación que le resulte más cómoda a Fernández que a Macri. E incluso que Fernández se proponga marcar el ritmo de ese movimiento, sin descartar la probabilidad de inducir al rival hacia un tropiezo.
Con más antecedentes en ese rubro que en el de candidato presidencial, la figura debe ser familiar para Fernández. Aunque es probable que, por su nuevo rol, el riesgo de entorpecer su propio avance con esa maniobra se esté evaluando recién ahora. Un peligro inminente que fue expuesto por la maratón de declaraciones inaugurada el domingo 18, con una entrevista a Clarín. Fernández planteó una eventual reestructuración de la deuda externa y una tortuosa negociación individual con cada tenedor de bonos argentinos liderada por Guillermo Nielsen.
Los mercados se hicieron eco de esas expresiones el 19, con una suba del riesgo país. Fernández apeló a Nielsen y Emanuel Alvarez Agis para moderarlas. Sus economistas de confianza se reunieron con Hernán Lacunza. A las pocas horas, Fernández se arrogó la relativa calma cambiaria que acompaña al nuevo ministro de Economía. Más tarde desechó el default si es electo y criticó el cepo. Felipe Solá fue menos categórico para referirse a ese mecanismo y aventuró la restauración de la Junta Nacional de Granos.
La oposición busca frenar las medidas de Macri en la Corte y en el Congreso
En la retórica, el término “epanortosis” define a una de las figuras utilizadas en la argumentación de ideas. A menudo, se la aplica para amplificar pero también para rectificar lo que se dijo antes. En esa ambigüedad reside su valor pero también una amenaza, si el uso de esa técnica deriva en abuso. En especial para la palabra en la política. Es el peligro al que está expuesto el interés de Fernández para persuadir a los mercados. La sobreabundancia de un bien presiona necesariamente sobre la cotización de su valor. Por lo general, depreciándolo. Es la lógica elemental de su funcionamiento.
Fondos. Es llamativo que el entorno de Fernández atribuya a Solá advertir a Fernández sobre la necesidad de quebrar la inercia actual en el diálogo con Macri. En especial, por la mención efectuada esta semana al precio del dólar y del trigo. Casi no existen dudas en el entorno de Fernández de que si el diputado habló lo hizo a pedido de él. Ninguno de los dos podría alegar ingenuidad. Los inversores y el campo siguen con atención sus pronunciamientos. El valor de los combustibles, de la moneda extranjera y de los granos pueden definir el curso de la próxima cosecha y la liquidación de divisas remanente de la actual.
La eventual escasez de fondos es lo que inquieta a la oposición, pendiente de la revisión de metas fiscales que haga el FMI al Gobierno para desembolsar 5.400 millones de dólares. Una inquietud presente en el rechazo de los gobernadores del PJ a la quita del IVA a la canasta básica de alimentos. No fue ilógico que se plegase Miguel Lifchitz, el más enérgico en exigir que la medida se financie con partidas del Poder Ejecutivo y no con ese impuesto coparticipable a las provincias.
Cuando el 10 de diciembre finalice su mandato como gobernador de Santa Fe, 130 funcionarios de su gestión regresarán al cargo de planta permanente que tienen en la Municipalidad de Rosario. La mayoría con categorías que van de la 16 a la 23. Es decir, las más altas del escalafón y con un salario promedio de entre 70 y 90 mil pesos. Un desafío a la imaginación de Pablo Javkin. Esos puestos están ocupados en la actualidad por otros empleados de carrera.
El FMI demora la revisión de las metas y negocia a dos puntas
Esa duplicidad entraña el riesgo de pagar dos veces el trabajo que realizará solo un responsable. Javkin intenta resolver ese laberinto antes de asumir. ¿Colaborará Mónica Fein? La intendente de Rosario pertenece a la planta permanente del municipio desde 1981. ¿Regresará a ese cargo cuando finalice su ejercicio de jefa comunal? Ex integrante de la Coalición Cívica de Elisa Carrió, Javkin es un aliado del socialismo santafesino.
Expuestos. Hernán Lacunza desafió a los gobernadores a que digan si aceptan o no la rebaja en los alimentos. En una aparición televisiva, Solá admitió que es una forma de mejorar el salario nominal que podría adoptar el eventual gobierno de Fernández. El único cambio experimentado en el ánimo de los gobernadores peronistas es el resultado de las PASO que deja a Macri demasiado lejos de Fernández. El optimismo de quedar posicionados en primera vuelta para forzar la segunda es sorprendente en la Casa Rosada. También en Buenos Aires, aunque desde otra perspectiva.
Sin posibilidad de ballottage, María Eugenia Vidal instruyó a sus colaboradores para armar una campaña destinada a ganar el 27 de octubre. Esa posibilidad parece atada únicamente al corte de boleta. Fue un tema latente durante el encuentro con intendentes de Juntos por el Cambio en la República de los Niños. Jorge Macri argumentó en contra de esa idea. El intendente de Vicente López ganó con holgura en su municipio sin necesidad de apelar a ese recurso. No parece que en el Conurbano sus colegas estén interesados en replicar su estrategia.
Los del peronismo escucharon a desgano a Axel Kicillof en Avellaneda. La ventaja del candidato del Frente de Todos sobre Vidal los complica para pensar cualquier maniobra que no sea mejorar el resultado obtenido en sus municipios. No con la intención de incrementar la representación de La Cámpora en la Legislatura bonaerense. Más bien, por vía indirecta, consolidarse como caudillos territoriales y forzar una negociación por espacios en el gabinete de ministros. Especulan que los gobernadores harán lo mismo en el orden nacional.
¿Apuestan al desgaste prematuro que demande la puerta giratoria? Lo que se sabe de eso, por ahora, los mantiene a resguardo y expectantes. Nadie más entra ni sale de ella.
