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De la mano de Nicolás Caputo, el Gobierno promete 'continuidad' a empresarios

En reuniones con ejecutivos presentan a Macri como un “presidente firme” y a la cabeza de un proyecto que durará ocho años. “Piloto de tormentas” entre CFK y el peronismo.

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SUELTOS. El empresario y “hermano de la vida” del Presidente, Nicolás Caputo (centro), desparrama optimismo en el círculo rojo. | PABLO CUARTEROLO

Si en el momento más crítico de la economía Mauricio Macri y María Eugenia Vidal intercalan timbreos con apariciones en televisión para contener el malhumor social, el empresario "hermano de la vida" del Presidente, Nicolás Caputo, y un puñado de funcionarios caminan los lobbies de hoteles cinco estrellas para sostener el ánimo del establishment empresarial y convencerlo de que en el medio de la disparada del dólar y la aceleración de la inflación hay algo así como un rumbo.

“¿Cómo anda todo en Singapur?”, preguntó PERFIL a Caputo el último miércoles en el Alvear Palace Hotel, a propósito del pin que luce como embajador de ese país, y que hasta hace poco usaba para evitar hablar de la política local escudándose en su extraño rol diplomático. Ante la pregunta, ahora, no dijo nada.

—¿Cómo está Macri?
—Está a la defensiva, claramente, pero está firme y tranquilo hasta el final del mandato.

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—¿Se vienen más cambios de gabinete?
—Acabo de volver de Italia, dejame que me acomode y te digo.

—¿No participó de aquél fin de semana en Olivos?
—Si a mí ni me dejan entrar (risas).

Caputo estaba exultante, suelto de cuerpo, evitando cualquier confidencialidad. “Si te ponés adelante de Macri, te come el brazo”, deslizaba ante los que le preguntaban por el Presidente. “Tiene espíritu aguerrido”, recalcaba.

Desde la Casa Rosada salieron a buscar convertirse en “la” alternativa del círculo rojo, luego de que hubiera contactos desde el Frente Renovador con importantes hombres de negocios y también luego de algunos puentes con popes del establishment desde el peronismo federal.

Espalda. La economía se encamina a varios trimestres de fuerte caída contra el año pasado. Jorge Brito (hijo), del Banco Macro, vaticina un corte en la cadena de pagos. La suba del dólar, que aún no se sabe si ha llegado a un nivel estable, se traslada en cuotas mes a mes a los precios y la inflación pinta para la más alta desde 1991. En ese contexto, se vienen protestas gremiales y tensión en la calle. Con ese panorama, desde la Casa Rosada salieron a buscar convertirse en “la” alternativa del círculo rojo, luego de que hubiera contactos desde el Frente Renovador con importantes hombres de negocios y también luego de algunos puentes con popes del establishment desde el peronismo federal.

El Gobierno tiende puentes en momentos de puja después de la megadevaluación: el campo, por las retenciones temporarias; la industria, por la caída del consumo, las retenciones y la baja de reintegros; las petroleras, ante un recorte de los subsidios para Vaca Muerta y algún tope a los precios de las naftas.

Así, los argumentos son dos: la Argentina tiene una senda de crecimiento e inversión que se venía dando en 2017, dice Cambiemos, hasta marzo de este año, en condiciones financieras normales; y si el clima financiero se enrarece como desde entonces, Macri es “el piloto de tormentas” más capacitado. “Sin piloto de tormentas no hubiéramos conseguido el respaldo internacional del Fondo Monetario”, les dijo por ejemplo el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a los más de 400 ejecutivos que se juntaron a oírlo el miércoles pasado convocados por el Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (Cicyp). Y en pleno temblor económico, empiezan a animarse en Balcarce 50 a hablar de lo que hay después de 2019. “Si tenemos superávit en 2020, vamos a bajar la inflación y volver a crecer, y vamos a estar por el buen camino”, insistió, y redondeó con lo que será el leitmotif de la campaña hacia el círculo rojo: “Lo que se pondrá en juego en las elecciones es quién es el mejor, con la mayor sensibilidad para no volver atrás”.

Ese es el punto de conexión que el Gobierno busca con los  dueños del capital en la crisis. “Si gana Cristina significa que la gente quiere volver para atrás, yo no creo que sea lo que está pasando. Hay mucha gente que no está de acuerdo con Macri pero no quiere ver más lo que estamos viendo ahora, de los cuadernos”, dice Adrián Werthein, jefe del holding de los W, con negocios en campos y los seguros, y titular del Cicyp.

La pelea que viene con Techint

Con la sombra de la causa de los cuadernos de la corrupción detrás, el Gobierno se encamina a una negociación con Techint, la compañía controlante de la petrolera Tecpetrol, la firma más activa en Vaca Muerta.

Es que en tiempos de ajuste fiscal, entraron en revisión los cuantiosos fondos que el Estado destina para subsidiar el precio del gas que se extrae en el yacimiento no convencional. Según publicó el portal Econojournal, especializado en temas energéticos, el Ministerio de Hacienda quiere poner un techo de US$ 500 millones a los subsidios que recibirán en 2019 las petroleras que inviertan en yacimientos no convencionales de gas.

Resulta que la principal perjudicada es nada menos que la firma del holding que encabeza Paolo Rocca, que con un plan de inversiones de US$ 2.300 millones en cinco años recibió hace quince días al Presidente en sus instalaciones, en lo que además fue visto como un espaldarazo del oficialismo al principal hombre de negocios del país que reconoció haber pagado coimas en la gestión anterior.