Si el lector se encuentra en Londres por trabajo o vacaciones, y decide tomar conocimiento del nivel de alerta terrorista para planear su estadía, simplemente ingresa en la página web del MI5, dependiente del Home Secretary, y revisa el Current threat from international terrorism -que actualmente es "severo"-.
Si se toma contacto con alguna organización rusa de la cual sospecha puede tener algún compromiso con grupos armados, ingresa a la web del FSB y revisa la Lista Federal de Organizaciones Terroristas -actualmente hay 27 enlistados- establecida por el Poder Judicial de la Federación de Rusia -ya sea el Tribunal Supremo de la Federación de Rusia, el Tribunal Militar del Distrito de Moscú, el Tribunal Regional de Moscú o el Tribunal de la Ciudad de Moscú-.
Si usted va a los EEUU y quiere saber cuáles son las organizaciones terroristas extranjeras y domesticas que están siendo vigiladas, ingresa a la web del Departamento de Estado y busca las Designated Foreign Terrorist Organizations o a la web del FBI para buscar los Domestic Terrorism. El nivel de alerta terrorista lo revisa en la web del DHS en el denominado Homeland Security Advisory System.
Si debe ir a la República de Francia, puede consultar el nivel de alerta terrorista en el Plan Vigipirate -vigilance et protection des installations contre les risques d'attentats terroriste à l'explosif- en la web del Gobierno de Francia, actualmente en Segundo Nivel -riesgo de ataque -sobre tres posibles.
En Argentina. Nuestro país en 1992 y 1994 sufrió dos atentados severos e inesperados, que impactaron de una manera eficaz y cruel en la sociedad toda. Ello exigió profesionalizar constantemente las metodologías de trabajo y los recursos humanos en la materia.
Sin embargo, si en Argentina se intenta chequear actualmente los listados de personas y organizaciones terroristas domesticas vigentes y/o el nivel de alerta terrorista en nuestro territorio, no los encuentra ni en el Poder Judicial, el Ministerio Publico, el Ministerio de Seguridad o Justicia, o la Agencia Federal de Inteligencia.
Ese diseño ausente de base institucional –ya sea por casuística o por principios generales- hace que se produzca una situación muy confusa sobre qué se considera terrorista y qué no; al punto de identificar mediáticamente como organización terrorista a un grupo de indígenas sin armas de fuego ni logística alguna (como son los mapuches en el sur), o generar la confusión gubernamental sobre el uso de las Fuerzas Armadas frente a amenazas terroristas, sin comprender que la capacidad militar operativa y logística de ocupación que despliega Estado Islámico en el norte de Siria e Irak o Hizbollah en el Líbano no puede ser trasladada a Sudamérica.
Sin llegar a establecer un paralelo entre la situación de Argentina y la de países como el Reino Unido, los EEUU o la Federación Rusa, vale preguntarnos ¿estamos alejados del riesgo terrorista?
Un análisis básico del nivel de alerta terrorista se compone de múltiples factores de evaluación, entre ellos -de manera muy resumida-:
1. la política exterior que un país lleva adelante hacia otros países o religiones, básicamente con quienes se alinea y con quienes se enfrenta, si permanece neutral en conflictos que le son ajenos (por ejemplo medio oriente) o participa de algún modo (el reciente caso del futbol con Israel y la posterior felicitación de Hamas es un ejemplo de los efectos de las decisiones);
2. el nivel de conflictividad política, religiosa o racial domestica, con las tensiones naturales y las que son potenciadas o fomentadas por actores externos -casos de Yemen, Siria, etc-
3, la propia capacidad de prevenir o evitar ataques, a partir de la fragilidad o fortaleza de un sistema de antiterrorismo, y
4. la ocurrencia de eventos internacionales que brinden oportunidad de impacto mediático global a los grupos terroristas.
Factores. En Argentina estimo que hoy, se incrementan los niveles de alerta por dos factores.
En lo relativo a la conflictividad interna, se enmarca en el contexto político que tiene la región y la posibilidad de importación de elementos de conflictividad urbana en un contexto local altamente volátil. En lo concerniente al impacto mediático global, hay dos eventos de riesgo: los Juegos Olímpicos de la Juventud en el mes de Octubre y la reunión Cumbre del G20 en Noviembre/Diciembre.
En ese contexto, la experiencia me indica que sería más lógico en la metodología terrorista capitalizar la atención de la prensa internacional mediante un ataque sobre civiles -similar a las Ramblas en Barcelona o el camión de carga en Niza-, que intentar un difícilmente exitoso ataque directo a la cumbre o sobre alguna delegación olímpica (que estarán harto sobreprotegidos).
Por último, estimo que mientras nuestro sistema de antiterrorismo este monitoreado por otros países durante éste periodo del G20, habrá una realidad manejada con profesionalismo.
Quizá posterior a eso haya que replantearse desafíos para mejorar la eficiencia y fortalecer la institucionalidad.
*Ex team leader del equipo de investigación conjunto de la ONU-OPAQ sobre uso de armas químicas en Siria.
